Martes 22 de Noviembre – Nos está guiando Dios o no? – Matinal Damas

“Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?” (Éxodo 17:7).

Normalmente, pensamos que, si Dios nos guía, la ruta será sencilla. Sin embargo, esta idea de que Dios es una especie de seguro contra todo riesgo no proviene de la Biblia. De hecho, el éxodo del pueblo de Israel demuestra que Dios mismo puede guiarnos en situaciones difíciles. Siguiendo la columna de nube y de fuego, los israelitas abandonaron el desierto de Sin y acamparon en Refidim (Éxo. 17). Aunque Dios los había guiado, no encontraron agua para beber allí. Entonces, el pueblo hizo lo que muchas veces tendemos a hacer: dudaron y se estresaron. ¿Será que entendimos mala señal? ¿Será que la nube nos estaba guiando hacia otro lado? ¿Está Jehová entre nosotros o no?

A veces, Dios nos guía a lugares difíciles a propósito. En estos casos, los desafíos con los que nos enfrentamos no son una señal de que nos descarriamos, sino una oportunidad para crecer. A veces, Dios deliberadamente no nos da toda la información, para obligarnos a caminar más cerca de él. En el libro Los hechos de los apóstoles, Elena de White comenta: “El Señor no aclara todas las cosas a sus siervos. Algunas veces prueba la confianza de su pueblo, haciéndolo pasar por circunstancias que lo obliguen a avanzar por fe. A menudo guía a sus hijos por lugares estrechos y difíciles, y les ordena avanzar” (p. 288). En situaciones así, cuando avanzamos por fe, vemos milagros que de otra manera no veríamos. En el caso del pueblo de Israel en Refidim, Dios hizo brotar agua de la roca, demostrando que él puede suplir nuestras necesidades aun en las condiciones más extremas.

Si Dios te guió a hacer algo, no dejes que los desafíos te hagan dudar de tu llamado. Si él te dijo que debes educar a tus hijos en casa, cambiar de trabajo o comenzar un proyecto nuevo, también proveerá para cada una de tus necesidades. Dios no siempre nos muestra cómo va a hacerlo, pero siempre es fiel.

Señor, gracias por caminar a mi lado cada día. Cuando los desafíos y las dificultades lleguen, ayúdame a no dudar de mi llamado ya recordar que nunca estoy sola. Tú puedes suplir todas mis necesidades, aun en las condiciones más extremas.

Radio Adventista

View all contributions by