Domingo 19 de Junio – Quiso ser Doos – Devocional para Jóvenes

Tú, que en tu corazón decías: «Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios, y allí pondré mi trono. En el monte del concilio me sentaré, en lo más remoto del norte; subiré hasta las altas nubes, y seré semejante al Altísimo» (Isaías 14:13-14).

DESDE QUE EL PECADO Y LA MALDAD se formaron el corazón de Lucifer, esta codició el lugar que el Creador ocupa en el cielo. El deseo de ser adorado, obedecido y reverenciado como Dios mismo, lo llevó a transgredir la ley divina y de esta forma comenzó la guerra más cruel y larga que el universo haya conocido. Las fuerzas del bien se enfrentan a las del mal en el cielo y lo siguen haciendo en esta tierra, ya que Satanás busca la adoración que le pertenece a Dios.

Para lograr que el hombre lo adore, continúa utilizando la antigua estrategia del engaño. El libro de Apocalipsis desenmascara los planos satánicos que procuran arrastrar a los hijos de Dios a una deslealtad eterna.

De manera detallada y con notable claridad, Hans La Rondelle expone el engaño de las fuerzas del mal, utilizando como plataforma Apocalipsis 13. «El hecho que el dragón delegue su poder y trono a la bestia del mar es una imitación deliberada de como Dios ha delegado su poder y su trono en su Hijo, Jesucristo […] Este paralelo extraordinario caracteriza a la bestia marítima como el anticristo […] La fórmula de autorización que declara que la bestia recibe autoridad “sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación” (13:4, 7-8) puede verse como un duplicado irónico de la autorización del Hijo del Hombre que recibe autoridad sobre “todos los pueblos, naciones y lenguas” en Daniel 7: 14». De igual manera la «muerte y resurrección del Mesías» está imitada por la bestia que recibió una «herida mortal» y que luego sería sanada. «Se ha sugerido que los 1260 días de blasfemia y persecución por parte de la bestia son una parodia irónica del ministerio de bendición y salvación de Cristo que también duró 3 12 años o 1260 días». En su deseo de engañar a los santos, el dragón buscará tener su propia trinidad, o «trinidad satánica» al emplear «una bestia marítima y una bestia terrestre» a su servicio (Las profecías del fin , pp. 298-299).

¿Con qué finalidad el enemigo imita la labor divina por la raza humana? Porque desea adoracion. Así como al principio, cuando soñó con sentarse en «el monte del concilio», así sueña con obtener la lealtad de los hijos que Cristo compró con su sangre. No te dejes engañar con esta falsificación. Adora a Dios como está escrito en su Palabra.

Radio Adventista

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