Viernes 7 de Sept. LAS ACCIONES DE AMOR – Devocion Matutina para Damas

LAS ACCIONES DE AMOR

“Pensamos en el fiel trabajo que hacen las acciones de amor que realizan y la constante esperanza que tienen a causa de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 1: 3).

Al comienzo de cada año escolar, además de obtener nuestros libros de texto nuevos y usados, teníamos que completar un formulario con información personal. La mejor parte no era el formulario en sí, sino su propósito. Comenzaba el programa de “Colaboradores de oración”. Cada estudiante escribía su fecha de cumpleaños, información familiar, intereses y aversiones. Entonces, los “Colaboradores de oración” distribuían la información entre los miembros de iglesia que quisieran orar por los estudiantes. La idea era que cada estudiante tuviera un “guerrero de oración”, que orara especialmente por ellos.

Para un adolescente, algo tangible, como una pequeña tarjeta o una sorpresa, contribuye considerablemente a demostrar que alguien se preocupa y está orando por él. Lamentablemente, la mayoría de los estudiantes nunca recibía nada. Para cuando llegaba Navidad, la mayoría había olvidado que existían “colaboradores de oración”, o que alguien estuviese orando por ellos. Llené el formulario todos los años del secundario. Cada año, pasaba sin recibir ni una nota de mi colaborador de oración. No podía evitar preguntarme si me habían olvidado.

Cuando estaba en el último año, llegué una mañana a mi lugar de trabajo y vi una planta de violetas africanas sobre mi escritorio. Al ver la planta allí, en su maceta de plástico, con hojas suaves y aterciopeladas y flores violetas, esperándome a mí, me trajo mucha felicidad. Pregunté:”¿Quién envió esto? ¿Es para mí?” Mis jefes me dijeron que no podían decirme, pero yo sabía que era regalo de mi colaborador de oración. A lo largo del año, encontré pequeñas sorpresas esperándome sobre mi escritorio, cuando llegaba a trabajar. Saber que alguien estaba pensando en mí y orando por mí era la mejor sensación. Me sentía amada.

Un poco después de mi graduación del secundario, estaba contando a mi primo acerca de los colaboradores de oración, y cuánto había significado para mí recibir algo del mío. De repente noté que mi primo y mi tía tenían expresiones extrañas en sus rostros.

-¡Qué! ¿Tú eras mi colaborador de oración? -pregunté, incrédulamente.

Mi tía respondió que no era ella, pero que se había sentido mal de que yo y algunos otros estudiantes nunca recibiéramos nada que confirmara que tenían un colaborador de oración, así que había decidido hacer algo al respecto. ¡Todas mis pequeñas sorpresas y regalos habían venido de ella!

Ella vio la necesidad no solo de oración, sino también de la acción. Como dice nuestro versículo: “las acciones de amor”. Es mi oración que tu amor te motive a actuar también en forma visible, en favor de quienes te rodean.

BETH-ANNE NICOLE WHITE

Radio Adventista

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