Viernes 29 de Marzo – APROBADO – Devocion Matutina para Adultos

APROBADO

“Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo” (Romanos 16:10).

La Biblia presenta personajes que se hicieron conocidos y realizaron una gran obra, pero también registra los nombres de hombres y mujeres que parecen haber pasado rápidamente por la historia.

Uno de estos desconocidos es Apeles, que algunos creen que es el mismo Apolo. Probablemente hayan sido personas diferentes, lo que aumenta más la curiosidad. ¿Quién fue realmente este hombre?

Apeles es un nombre griego. Ese nombre era muy común entre los judíos y los romanos de los tiempos bíblicos. Aparece en la lista de los más de veinte colaboradores del apóstol Pablo que se encontraban en Roma ya quienes envió saludos (Rom. 16:3-15). La única referencia a él está en Romanos 16:10, donde aparece una de las más importantes descripciones dadas por el apóstol de un colaborador: “aprobado en Cristo”.

Es impresionante que alguien tenga el nombre citado tan solo una vez en la Biblia y sea definido como “aprobado en Cristo”. Nuestro conocimiento de Apeles se resume a la mitad de un versículo, pero con total seguridad Pablo debía conocerlo muy bien, para usar palabras tan importantes.

La visión de ser “aprobado en Cristo” no era aplicada solamente a otros, sino que el propio apóstol la buscaba. Era su lucha personal (1 Cor. 9:27). Al final de su vida, esa lucha fue recompensada (2 Tim.4:7. 8).

Los “aprobados en Cristo” son personas dependientes del Cielo y diferentes del mundo. Ellos siempre recuerdan que “la Biblia enseña que nos contentemos con lo que tenemos, pero nunca con lo que somos” (John Blanchard). Su relación con el Señor es íntima y permanente. Dedican la primera hora del día para buscarlo, y después viven las otras 23 horas en su presencia. Se concentran en la Palabra y buscan el poder en la oración.

Son movidos por la gracia y motivados por el amor. Su vida está en las manos del Señor, con la seguridad de que “Dios no despide a nadie vacío, excepto a aquellos que están llenos de sí mismos” (Dwight Moody).

Por otro lado, ellos viven el cielo en la Tierra. y por eso son diferentes. No importa lo que el mundo diga de ellos. sino lo que Dios piense respecto de ellos. Sus actitudes y sus elecciones no se fundamentan en deseos personales, sino en criterios espirituales.

Si el apóstol Pablo escribiera un versículo sobre ti, ¿qué diría? Tú también debes ser un “aprobado en Cristo”. Mantén tu comunión con Cristo todos los días, sírvelo fielmente, y Dios colocará en ti el sello de su aprobación.

Radio Adventista

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