DESARROLLO
Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. 1 Reyes 19:15, 16.
El arte sagrado imagina a los profetas bíblicos como ancianos de barba cana y cuerpo trémulo, pero no todos fueron así. El profeta Elías era joven, un joven de fe poderosa. Dios lo mandó a predecir los tres años y medio de sequía con la que castigó a Israel por adorar a Baal, el dios pagano de la lluvia.
Al término de ese lapso, Elías desafió a los profetas de Baal y Asera a realizar un sacrificio en el monte Carmelo. El desafío consistía en que descendiera fuego del cielo para consumir el sacrificio de un toro. Los profetas de Baal pasaron el día rogándole que enviara fuego, y nada pasó. Luego Elías le rogó al Dios de los cielos que enviara fuego sobre su toro sacrificado, y el fuego venido del cielo consumió el toro, las piedras del altar y el agua que Elías había ordenado que derramaran en una zanja alrededor del altar para hacer más difícil que el toro ardiera. Enseguida, Elías degolló a los 850 profetas vencidos, oró, y llovió a cántaros.
Luego de matar a los profetas paganos, Elías corrió 30 kilómetros (19 millas) desde ahí hasta Jezreel delante de los caballos del rey Acab, y les ganó. Después corrió 150 kilómetros (95 millas) hasta Beerseba, al sur de Israel, porque la reina Jezabel lo amenazó de muerte. De ahí caminó 400 kilómetros (260 millas) hasta el monte Horeb.
Elías fue también un joven ilustrado. Dios lo mandó de regreso a realizar una reforma educativa en el país. Y el joven profeta y atleta se tornó en el Ministro de Educación del reino. Abrió de nuevo las escuelas de los profetas que el profeta Samuel había fundado y que Jezabel clausuró.
Sí, Elías era un joven sano holísticamente. Su ministerio influyó sobre la vida religiosa al grado que ungió a su sucesor, a Eliseo. Por último, Elías fue un estadista: Ungió al futuro rey de Siria y al de Israel. Entonces Dios se lo llevó.
Procura ser como Elías, el joven de las tres S: sano, sabio y santo.