Viernes 25 de mayo – CUANDO TENGO MIEDO – Matutina para Damas

CUANDO TENGO MIEDO

“Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar” (Sal. 46: 1, 2).

La mayoría de las personas que conozco disfrutan de escuchar la lluvia y las tormentas. Yo no soy una de esas personas. Nunca disfruté del ruido de los truenos ni del destello eléctrico de un rayo. Cuando pienso en tormentas, vienen a ni mente dos historias.

La primera ocurrió cuando tenía nueve años. Mi rostro está oculto en el hombro de mi abuelita y lágrimas ruedan por mis mejillas.

-No me gustan las tormentas -me quejo.

Ella palmea mi cabeza y me calma con sus dulces palabras.

-Jesús cuidará de ti -murmura-. Él hizo la lluvia. Sabe lo que está haciendo.

Yo sabía que Jesús no me abandonaría y sabía que me amaba. ¿Por qué tenía tanto miedo?

La segunda historia que viene a mi mente es la de Jesús durmiendo entre sus amigos, en un barquito pesquero que se bambolea en el mar de Galilea. Por supuesto, sabemos que después de un rato, el suave balancear del bote se volvió violento, al acercarse una tormenta. Todos los discípulos entraron en pánico y temían por sus vidas. Esta es la parte de la historia que me deja perpleja. Tienen al Hijo de Dios en el bote, con ellos; ¡y aun así tienen miedo!

Mi esposo una vez dijo: “Dios nunca tuvo la intención de que sintamos miedo. Es un resultado del pecado en este mundo”. Aunque Jesús está conmigo en el bote de mi vida, igualmente puedo llegar a experimentar momentos de miedo. Eso sucede hasta que fijo mis ojos en Jesús y la fe en Dios; y recuerdo que él está conmigo. Para mí, la parte más hermosa de esta historia no es que pueda calmar la tempestad, sino que está experimentando la tormenta a mi lado. Él está en el bote. Él siente las ráfagas de viento. Él oye y ve los truenos y los relámpagos. Si simplemente podemos cerrar los ojos y escuchar su voz, lo oiremos decir, una vez más: “Haya paz”. Podemos encontrar calma en la tormenta.

Les dejo una parte de una canción que creo que Dios me regaló: “Prometes suplir todas mis necesidades. Conoces mis sueños y mis temores; pero el miedo no es algo que creaste. Es parte del pecado en este mundo. Así que, permaneceré firme. Seré fiel. Seré un Job para ti. Permaneceré firme” (“Stand True”, del CD Parables de Joey Tolbert).

JOEY NORWOOD TOLBERT

Radio Adventista

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