Viernes 24 de Diciembre – Una Nochebuena diferente – Matinal para Jóvenes 2021

“Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne” (Ezequiel 36:26, NVI).

Siempre me gustó la Navidad, así que desde que comencé este proyecto, esperé que llegara esta fecha para escribir sobre el nacimiento de Jesús y compartir experiencias y lecciones que he sacado en las diferentes Navidades que viví.

Sin embargo, después de mucha oración, hoy creí que podíamos meditar en algo más allá de esta fecha. Por eso te invito a que dejes de lado por un momento el frenesí que se vive en estos días, incluso por una fecha representativa tan importante para nosotros como mundo cristiano, para pensar en algo más.

¡Cuántas discusiones se han armado en torno al árbol, los regalos, los gastos, los disfraces, las luces, los orígenes, los símbolos paganos, las fechas, los dioses y tantas cosas más! Entre nosotros no hay consenso ni unidad, pero sigue habiendo Navidades.

¿Será que acaso hay algo que podemos hacer, algo más que podemos leer, algo más que tiene que pasar?

Cuando Jesús nació, el foco también estaba puesto en muchas otras cosas y divisiones, en muchas tradiciones con buenas intenciones. Pero así como pudo nacer igual, puede hoy aparecer en nuestra vida de forma transformadora también.

En la noche que recordamos, el cielo fue testigo de un evento digno de sala de cirugía, aunque se haya dado en un humilde pesebre. Esta noche, el cielo y la tierra pueden ser testigos de un evento invisible con resultados visibles, digno de la sala de cirugía divina, para nuestro trasplante de corazón. No hay nada que necesitemos más que eso, y esta Navidad puede ser diferente al asegurarnos de experimentarlo.

Por eso, hoy es importante que, más allá de todo lo que celebremos y cantemos, vayamos a una decisión concreta. Necesitamos este cambio de corazón que Dios quiere hacer en nosotros todos los días… y también hoy. Ese es el punto de partida, el comienzo de la adoración verdadera, con todo lo que eso implica.

Dios nos llama a ir más allá de las buenas intenciones, de la conmemoración, de la solidaridad y de todo lo bueno que intentamos hacer en estos días. Él quiere darnos un nuevo corazón, un espíritu nuevo. Quiere quitar nuestro corazón de piedra. (Porque sí, todos lo tenemos.) A eso, entre otras tantas cosas maravillosas, vino a nacer.

Esa noche, María sintió latir el corazón del cielo. ¿Qué latido tendrá nuestro corazón hoy?

Radio Adventista

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