Viernes 22 de Junio – CRUZAR TU JORDÁN – Matutina para Mujeres

CRUZAR TU JORDÁN

“Siempre tengo presente al Señor, con él a mi derecha, nada me hará caer” (Sal. 16: 8). 

En cierta época del año, el río Jordán se inunda; las orillas se desbordan y no hay forma de cruzar es imposible. Pero en una ocasión en la historia de Israel, Dios indicó a los israelitas, a través de Josué: “Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas” (Jos. 1: 2). Piensa que en el momento de esa indicación, la nieve que se derretía había transformado el río en más ancho y más profundo. Los israelitas se hallaban en una situación difícil, y frente a ellos estaba el río Jordán. Sin embargo, Dios había hablado: “Prepárense para cruzar el río Jordán”.

Habían recibido sus instrucciones. Creyendo que Dios estaba con ellos, pusieron su confianza en él. Formaron una fila y comenzaron a marchar hacia el río, con los sacerdotes al frente. Cuando llegaron al borde del Jordán, los sacerdotes entraron en el agua y el Señor Dios Omnipotente puso tierra seca sobre la cual pudieran caminar. Las aguas se dividieron, y así todos cruzaron.

Cualquiera que sea tu Jordán hoy, ya sea un examen inesperado; una situación imprevista que demandará mucho de ti, palabras duras de un amigo; un novio que trata de convencerte de cometer impureza sexual; un colega que te anima a transigir en tus principios, a fin de obtener un poco de dinero fácil; o incluso cuentas que no puedes pagar, el Señor te dice: “Prepárate para cruzar”.

Confía en el Señor. Cree que te hará cruzar. Confía en el Señor. Él quiere hacer maravillas por ti. Confía en el Señor. Siempre está a tu derecha. No tienes que cruzar el Jordán en soledad: Dios está a tu lado, él nunca te dejará ni te abandonará. Ha grabado tu nombre en la palma de su mano, porque eres preciosa para él. Hará lo que sea para mantenerte a salvo.

Permítele guiarte y cuidar de ti. Pero debe ser una decisión consciente. Debes tomar la decisión de permitir a Dios que te guíe. Los israelitas la tomaron y cruzaron con seguridad un río embravecido para llegar a la Tierra Prometida.

Dios lo hizo por ellos entonces, y lo hará hoy por ti. Solo debes confiar.

SANJO ANGELA JEFFREY

Radio Adventista

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