Viernes 21 de Agosto – ANASTASIA, ORARÉ POR TI – Devocional para Damas

«Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien. […] Animémonos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca» (Heb. 10:24-25).

Era el viernes 23 de diciembre, ya casi finalizando el año 2016. Seis hermanos de la iglesia, mi esposo, mi sobrina, mis dos hijos y yo nos dirigíamos hacia el centro de la ciudad de Portland, en Oregón, en los Estados Unidos. Eran las ocho de la noche y el auto de mi hermano avanzaba paralelamente a un enorme río. Mis ojos se posaron en las heladas aguas del imponente río Columbia, por donde pasaban grandes embarcaciones iluminadas por las luces de los edificios. ¿Quién diría a primera vista que esa ciudad, tan obviamente llena de riqueza y lujo, tiene una cantidad tan grande de indigentes en las calles? A ellos precisamente es a quienes íbamos a visitar.

Todos tenían una historia que contarnos; la historia de su vida, las razones por las que se encontraban en esa situación. Había algunas mujeres, sumamente delgadas, que estaban embarazadas; había buenos músicos, varias personas profesionales e incluso hijos de padres muy ricos. Y allí estaba también Anastasia. Me interesó particularmente su caso porque, mientras cantaba con mis hijos «Sublime gracia» con mi mala pronunciación en inglés, ella no podía dejar de llorar. Supe que ella también hablaba español, así que pudimos comunicarnos mejor. Así fue como me comentó que tenía familiares adventistas, y que estaba allí con su padre esperando recibir tratamiento para recuperarse de su adicción a las drogas.

Cuando nos retiramos, después de dejarles un pequeño regalo, abracé a Anastasia con todas mis fuerzas; mi alma lloraba también con ella. Le dije: «Anastasia, oraré por ti todos los días de mi vida. No sé cómo, pero tengo que encontrarte en cielo». Las lágrimas corrieron nuevamente por sus mejillas. Sus ojos, suplicantes de ayuda espiritual, conmovieron mis entrañas… ¿Sabes? Hasta el día de hoy oro por Anastasia y tengo fe en que la voy a ver de nuevo en el cielo.

¿Por quiénes estás orando tú de manera especial? Si creemos que Jesús viene pronto, ¿por qué no vivir la vida como un ministerio, preocupándonos los unos por los otros y actuando a favor de los demás? Estimulémonos en el amor y animémonos mutuamente; esto tendrá un gran impacto en las vidas de todos.

Radio Adventista

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