¿Un tesoro? ¿Dónde?
“Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente” (3 Juan 2)
¿Alguna vez has participado de una búsqueda de un tesoro? ¿Cuán lejos viajarías para encontrar un tesoro? ¿Qué harías, si encontraras uno? ¿Estarías dispuesto a tomar medidas extremas para resguardarlo? Estoy segura de que, cuando se trata de la seguridad de un tesoro, todos coincidimos en que es mejor prevenir que curar, ¿no es cierto?
Sin embargo, son pocos quienes se dan cuenta del tesoro que ya poseen y, por lo tanto, no toman las medidas necesarias para resguardarlo. El cofre del tesoro es nuestro propio cuerpo; y el tesoro es nuestra salud. Es nuestro deber resguardarla, siguiendo las instrucciones de nuestro Creador, a fin de poder llevar vidas felices, prósperas y productivas; vidas que hagan que otros glorifiquen a nuestro Padre Celestial.
¿Por qué tantos tratan su tesoro con tan poco cuidado? Sabemos que hay ciertas cosas que debemos evitar, como algunas carnes, grasas animales, demasiados carbohidratos refinados, demasiado azúcar, el exceso de sal. También, sabemos cosas importantes que debemos hacer, como tomar más agua, hacer ejercicio regularmente, comer muchas frutas y verduras, evitar fumar y beber alcohol, y la lista continúa.
¿Qué estás esperando? ¿Necesitas algunas palabras de ánimo? Visita cualquier hospital. Te garantizo que no es un paseo agradable, a menos que estés visitando la sala de Maternidad. El resto es atroz. ¿Estás tomando tu salud a la liviana? Una vez que pierdes este tesoro incomparable, tu vida nunca volverá a ser la misma.
¿Todavía necesitas un poco más de estímulo? ¡Considera las enormes cuentas que tendrás que pagar tan solo por pasar unas pocas horas en la sala de Emergencias! ¡Seguramente hay otras cosas en las que preferirías gastar tu dinero!
Nuestro Creador está más que dispuesto a ayudarnos a mantenernos dentro de algún plan que contribuya a nuestra salud y felicidad. Anhela vernos con buena salud, tanto física como espiritual. Tenemos un Dios que nos dice, en el versículo de hoy, que realmente se preocupa por cada aspecto de nuestra vida.
¿Has estado enfermo últimamente? Considéralo una llamada de atención. Comienza a resguardar el precioso tesoro de tu salud. Mejor prevenir que curar, ¿no crees? ¡El tesoro lo vale!
RHODI ALERS DE LÓPEZ