SORPRESAS
“Los trajo después a las fronteras de su tierra santa” (Sal. 78:54).
La decoración con plantillas se remonta al siglo XVIII, cuando artistas itinerantes diseñaron e implementaron la primitiva decoración con plantillas en América. Estos artistas viajaban por el campo, llevando consigo un equipo que consistía en colores secos, pinceles, herramientas de medición, cordel, tiza y plantillas recortadas en papel grueso. Mezclaban los colores secos con leche descremada, y decoraban paredes blancas con flores, hojas y guirnaldas.
La decoración con plantillas requería colores fuertes y permanentes, como negro, verde, amarillo, rosado y rojo. El azul casi nunca era utilizado, porque tendía a atenuarse. Estos colores también fueron los utilizados en el arte decorativo prehistórico encontrado en cuevas y en decoraciones de iglesias primitivas. Desde 1778 y hasta el primer cuarto del siglo XVIII, se usaron los mismos motivos, una y otra vez, para decorar las casas.
Cuando mi hija, Gail, y su esposo, Douglas, se establecieron en Danville, Virginia, Estados Unidos, decoramos con plantillas la pared por sobre la moldura que rodeaba el enorme vestíbulo de su casa de 1860. Decoramos cada esquina y las escaleras hasta el segundo piso. Varias habitaciones de mi casa de campo también están decoradas con plantillas.
Aunque todavía se usa, el arte de la decoración con plantillas requiere mucho tiempo y demanda mucha paciencia; por lo tanto, a menudo es reemplazado por la aplicación, más rápida, de papel para empapelar. Esto parece funcionar mejor para muchas personas, en esta era del apresuramiento.
Una vez sorprendí a mis niñas. Cuando volvieron a casa de la escuela, descubrieron que mamá había pintado margaritas en una pared. ¡Qué sorpresa y qué deleite fue este cambio para ellas! Dios también embelesó al pueblo de Israel cuando les dijo que construyeran un hermoso Santuario, para que él habitara en medio de ellos. Hasta les ordenó que usaran ciertos colores para decorarlo; los mismos que usaron los primeros artistas de decoración con plantillas. Dio a hombres y mujeres el don de ser artistas, y crearon pacientemente hermosos motivos, que los deleitaron y que realzaron su experiencia de adoración.
Hoy, Dios tiene muchas otras sorpresas para nosotras al traernos, con paciencia infinita, hasta las fronteras de su Santuario, dejando su belleza plasmada en nuestros caracteres. Su amor por nosotras es tan profundo que llena nuestros días con sus delicias, ya sea una diminuta flor silvestre, un atardecer dorado o una nueva invitación a aprender y a practicar pacientemente el arte de su amor.
Laurie McCIanahan