Viernes 02 de Junio del 2017 – FELICIDAD BRUTA INTERNA – Devoción matutina para Jóvenes

FELICIDAD BRUTA INTERNA

“Pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades” (Mateo 6:32, NTV).

El 2 de junio de 2015, cien voluntarios del Reino de Bután establecieron un nuevo récord mundial al plantar 49,672 árboles en una hora; casi 10,000 árboles más que el existente. El récord anterior había sido establecido por un equipo de la India tres años antes. El nuevo récord fue confirmado por representantes del grupo Guiness Word Records.

La nación budista de Bután, ubicada entre India y China, tiene solo 700,000 habitantes. Pero tiene más del 75% de su superficie cubierta con vegetación. El gobierno de este reino, que se encuentra en los Himalayas, enfatizó la protección del ambiente, pues es uno de los cuatro pilares de su famoso índice de Felicidad Bruta interna (FBI).

FBI es un indicador de la calidad de vida en términos más integrales y psicológicos que el Producto Bruto Interno (PB). El término fue propuesto por Jigme Singye Wangchuck, rey de Bután, en 1972, como respuesta a las críticas por la constante pobreza económica de su país. Este concepto se aplicaba a las peculiaridades de la economía de Bután, cuya cultura es, principalmente, budista.

Mientras que los modelos económicos convencionales observan el crecimiento económico como objetivo principal, el concepto de FBI es que el verdadero desarrollo de la sociedad humana es la complementación y el refuerzo mutuo del desarrollo material y espiritual. Los cuatro pilares de la FB son: la promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, la conservación del ambiente y el establecimiento de un buen gobierno.

Históricamente, el bienestar de las naciones se midió sobre la base de su PBl: el valor monetario de bienes y servicios finales producidos por un país. El énfasis está en los bienes materiales. Sin embargo, Bután se propuso medir el bienestar por otros elementos. Basado en su filosofía budista, Bután tuvo un buen comienzo. Pero la respuesta, como siempre, es bíblica. En el Sermón del Monte (Mat. 5-7), Jesús estableció los principios de su reino, que no es de este mundo pero puede ser experimentado aquí y ahora. Claramente, contrapuso la búsqueda de bienes materiales con la verdadera felicidad. La clave está, dijo, en buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas vendrán como resultado natural.

La utopía de Bután deja de ser ilusoria cuando nos atrevemos a dejar los principios de este mundo y vivir acorde a los del reino de Dios. Cuando lo ponemos primero, todo lo que nos preocupa encuentra su verdadera dimensión.

Radio Adventista

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