Lunes 8 de agosto 2016. Tiempo de calidad – Matinal mujeres

Lunes 8 de agosto 2016. Tiempo de calidad – Matinal mujeres

«Mujer ejemplar no es fácil hallarla […]. Está atenta a la marcha de su casa» (Prov. 31: 10, 27).

“El trabajo puede esperar mientras muestras al niño el arcoíris, pero el arcoíris no esperará a que termines el trabajo”. Patricia Clafford

JUSTIN, de cuatro años, llevaba todo el día haciendo travesuras, hasta que sus padres decidieron que ya era suficiente. «¡Basta! ¡Vete al rincón y quédate allí de pie sin hacer nada hasta que yo te lo diga!», ordenó su papá. «Voy a escaparme de casa», fue la respuesta de Justin. Lois, la mamá, se quedó atónita ante tan inesperada reacción de su pequeño. «¿De veras quieres escaparte de casa?», le preguntó, «Sí». «Está bien —añadió Lois con ternura mientras recogía algo de ropa del pequeño y la ponía en la mochila—. Puedes escaparte de casa, pero necesitarás tu abrigo, tus calcetines…», «Mamá, ¿qué haces?», interrumpió Justin. «También necesitaremos mi pijama, mi abrigo…» siguió diciendo la mamá mientras recogía ropa suya. «¿Estás seguro de que quieres escaparte de casa?», volvió a preguntarle. «Sí, pero tú, ¿adónde vas?», quiso saber el niño. «Si te vas a escapar de casa, mamá tiene que irse contigo, porque no quiere que estés solo y tiene que cuidarte. Mamá te quiere mucho». «¿Y puede venir también papá?», preguntó Justin, «No, él tiene que quedarse cuidando de tus hermanitos», le respondió su mamá. «¿Y el perro, puede venir?», siguió preguntando el pequeño. «No, él también tiene que quedarse». Justin se quedó pensativo y luego dijo: «Mamá, ¿podemos quedarnos en casa?».

Algunos actos y palabras de los niños son su manera de decirnos: «Por favor, préstame atención. Quiero ser más importante que el trabajo, las tareas de la casa o la gente que no es de la familia». ¡Y tienen razón! Las relaciones familiares han de ser nuestra prioridad. Las cosas son eso, cosas, aunque a veces nos cueste ponerlas en el lugar que les corresponde dentro de nuestra lista de prioridades. ¿Qué puede ser más prioritario, más vital y de mayores consecuencias futuras, que pasar tiempo de calidad con los nuestros, formando todos juntos el carácter, llenando el baúl de los recuerdos de momentos positivos, aumentando nuestra salud y nuestro bienestar mediante un contacto que nos hace bien a todos? Equilibremos la balanza; busquemos más tiempo de calidad con los nuestros.

Si pasamos apuradas por la vida… nos perderemos los arcoíris.

 

Radio Adventista

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