¿QUÉ ES LA “RELIGIÓN FAMILIAR”?
«Entonces Jacob dijo a su familia y a quienes lo acompañaban: “Desháganse de todos los dioses extraños que tengan con ustedes, purifíquense y cámbiense de ropa”». Génesis 35: 2, NVI
EN EL HOGAR la religión consiste en criara los hijos en la disciplina y amonestación del Señor. Cada miembro de la familia necesita aprender de las lecciones de Cristo, y el interés de cada alma ha de protegerse estrictamente, para que Satanás no engañe a nadie ni lo aparte de Cristo. Ese es el ideal que cada familia, que esté decidida a no fracasar ni quedar desalentada, debe procurar. Cuando los padres son diligentes y vigilantes en su instrucción, cuando enseñan a sus hijos a procurar con sinceridad la gloria de Dios, cooperan con él y él coopera con ellos en la salvación de las almas de aquellos hijos por quienes Cristo murió.
La instrucción cristiana significa mucho más que la instrucción común. Significa que debemos orar con nuestros hijos, enseñarles cómo han de acercarse a Jesús y hablarle de todo lo que necesitan. Significa que en nuestra vida tenemos que demostrar que Jesús lo es todo para nosotros y que su amor nos hace pacientes, bondadosos y tolerantes, aunque firmes en lo que se refiere a mandar a nuestros hijos después de nosotros, como lo hizo Abraham.
Según se conduzcan en su hogar, queda anotado su nombre en los libros del cielo. El que quiera llegar a ser santo en el cielo, primero debe ser santo en su propia casa. Si los padres son verdaderos cristianos en la familia, serán miembros útiles en la iglesia y podrán dirigir los asuntos de esta y de la sociedad como manejan lo que concierne a su familia. Padres, no permitan que su religión consista simplemente en una teoría, una creencia, háganla realidad. […]
En el hogar se echa el fundamento de la prosperidad que tendrá la iglesia. Las influencias que rijan la vida familiar se extienden a la vida de la iglesia. Por lo tanto, los deberes referentes a la iglesia deben comenzar en el hogar.
Teniendo buena religión en el hogar, tendremos excelente religión en las reuniones. Defendamos el fuerte del hogar. Consagremos nuestra familia a Dios, y luego hablemos y actuemos en casa como cristianos. Seamos bondadosos, tolerantes y pacientes en casa, sabiendo que enseñamos.- El hogar cristiano, cap. 54, pp. 307-309.