COMO RUT
«Pero Rut le contestó: “¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios”». Rut 1: 16
LA HISTORIA DE RUT SIEMPRE me ha parecido admirable: una mujer que tuvo el valor de dejarlo todo atrás y seguir a su suegra Noemí a un lugar extraño, donde no conocía a nadie, donde no tenía posesiones, ni conocía el idioma que se hablaba y donde se profesaba una religión diferente. El relato de Rut pone de manifiesto que en cierto sentido todos hemos de atravesar por una situación similar en nuestro andar cristiano.
Pasé por una experiencia similar a la de Rut. Mi núcleo familiar no es de tradición cristiana, pero Dios utilizó a mi abuela para guiarme por el camino correcto. Desde pequeña, sus enseñanzas sobre el Creador del universo germinaron en mi corazón hasta que, al pasar los años, tomé la decisión de bautizarme, esto significó perder amigos, tener problemas con algunos miembros de mi familia y cambiar todos mis hábitos.
Cuando cumplí dieciocho años se me presentaron varias posibilidades para el futuro, muchas de estas opciones me parecían muy atractivas en el momento, aunque implicaban alejarme de Dios. Conocer la historia de Rut me brindó la convicción necesaria para confiar en la protección divina en medio de las dificultades y pruebas que el mundo me presentó; así que cuando tuve que elegir, escogí mantenerme en los caminos del Señor.
La facilidad natural que tengo para manejar idiomas se convirtió en el don que Dios utilizó para colocarme a su servicio. Mientras vivía en Italia recibí un llamado para traducir en audio la matutina de jóvenes al italiano. Este proyecto medio a conocer, y luego me invitaron a traducir campañas de evangelización y luego me invitaron a formar parte del ministerio radial donde sirvo locutando meditaciones que llegan a diversas partes del mundo para gloria de Dios.
No te conozco, pero si al igual que Rut has decidido caminar por la senda del Señor, ten por seguro que no es casualidad, Jesús iluminará tu camino y te guiará en todo momento.
Solo me resta decirte: ¡Sé valiente, porque en el nombre de Dios, todo se puede!
Ale Marín
México