Sabado 13 de Julio – EL DÍA DEL SEÑOR – Devocion Matutina para Adultos

EL DÍA DEL SEÑOR

“Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8).

 “Pastor, ¿está bien almorzar en un restaurante en sábado?” “Mis familiares llegaron de viaje y me gustaría visitarlos el sábado de tarde, ¿está mal si viajo para eso?” “¿Estoy pecando si duermo el sábado de tarde?” Si eres padre o madre, pastor o dirigente de la iglesia, seguramente has escuchado estas e innumerables otras preguntas sobre la observancia del sábado. Las dudas se multiplican al buscar saber qué es correcto y qué es equivocado hacer en el día del Señor.

El principio de la observancia del sábado es presentado de forma clara y profunda en el cuarto Mandamiento del Decálogo (Éxo. 20:8-11). Para facilitar la aplicación de este principio y permitir que responda las preguntas que mencionaba antes y otras semejantes, necesitamos preguntarnos antes: ¿Quién será el beneficiado? Si aquello que deseas hacer es para tu beneficio personal (familiar, profesional, social, etc.), está claro que debe llevarse a cabo durante los seis días de la semana que le pertenecen. Si tu decisión tiene que ver con Dios, su causa, su adoración o la ayuda a los necesitados, que es la mayor demostración de amor hacia él, eso puede efectuarse en las horas del sábado.

Más que tomar decisiones correctas, necesitamos preservar la esencia de la observancia y la santidad del sábado. Sin santificación, ese día es usado meramente para descanso físico, reunión social o algo parecido.

Cuando el principio del sábado se debilita, su santidad se empobrece y el resultado aparece rápidamente. Necesitamos reflexionar más a fondo sobre esta cuestión: el solo hecho de concurrir a la iglesia por la mañana, ¿ya transforma al sábado en un día sagrado? ¿Por qué Dios declararía santo al sábado, si fuese dedicado únicamente a nuestros intereses personales? ¿Es justo sacrificarse durante seis días y usar el día del Señor solo para recuperar las fuerzas y continuar buscando nuestras ambiciones? ¿Transmitimos valores cristianos a las nuevas generaciones cuando dejamos al sábado vacío de actividades espirituales? Las actividades on line ¿deben también estar sometidas a la santidad del sábado? ¿Seremos capaces de sacrificar todo para mantener la fidelidad al sábado en los eventos finales si hoy lo tratamos de cualquier manera?

Santificar el sábado significa descansar en Dios, adorarlo, reconocerlo como Creador y, con nuestra familia, cumplir la misión. Quien guarda el sábado es alcanzado por la bendición de ese día. Deja que el sábado te “guarde” durante toda la semana.

Radio Adventista

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