Sabado 13 de Enero – CUATRO DÉCADAS, CINCO LECCIONES – SEGUNDA PARTE

CUATRO DÉCADAS, CINCO LECCIONES – SEGUNDA PARTE

«Yo te estoy dando a escoger entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige la vida para que tú y tus descendientes puedan vivir». Deuteronomio 30: 19, PDT

AYER EMPECÉ UNA LISTA de las cinco lecciones que he aprendido en mis cuarenta años de vida. Hoy quiero compartir las últimas dos:

4. En la mayoría de los casos, las inclinaciones del corazón y los deseos del cuerpo nos conducen al puerto equivocado. Contrario a lo que enseña la cultura popular por medio de las novelas, la música y las películas; la experiencia me ha enseñado que en la vida real quienes hacen de los sentimientos de su corazón y los deseos de su cuerpo la guía suprema de sus vidas disfrutan (a veces) a corto plazo, pero a la larga tienen que pagar un precio muy elevado. Creo que estarás de acuerdo conmigo cuando digo que los deseos del cuerpo por lo general están en conflicto con lo que sabemos que es correcto. Aunque Dios está siempre dispuesto a perdonarnos, las consecuencias de nuestras decisiones erradas nos persiguen por un largo tiempo. No tengas miedo de someter tus impulsos, emociones e instintos a la voluntad de Dios. Lejos de reducir tu felicidad, andar en los caminos de Dios te traerá alegría verdadera.

5. El plan de Dios para nuestra vida está escrito a lápiz, no con tinta indeleble. Dios quiere pasar la eternidad contigo, pero también tiene un plan para tu vida presente. Como bien ilustra la historia de José, ni el enemigo más poderoso ni las circunstancias más adversas pueden impedir el cumplimiento del plan de Dios para ti. Solo hay una persona que puede echar a perder el propósito divino para tu vida: tú mismo. Dios ha escrito tu destino con trazos claros y decididos, pero lo ha hecho a lápiz, no con tinta indeleble. Dios desea lo mejor para ti, pero nunca te privará de tu libre albedrío. Tú puedes borrar o reescribir el plan que Dios ha diseñado para ti; pero también tienes la oportunidad de colaborar con él para hacer de ese plan una realidad.

Cuatro décadas, cinco lecciones. Espero que mi experiencia te ayude hoy a ser una mejor persona y sobre todo que cada día tomes la decisión de colocarte en las manos del Todopoderoso.

Aneury Vargas

Filipinas

Radio Adventista

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