Sabado 13 de Abril – UN “CARBÓN ENCENDIDO” – Devocion Matutina Damas

RIZPA

UN “CARBÓN ENCENDIDO”

Pero tomó el rey a dos hijos de Rizpa hija de Aja… y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehová. 2 Samuel 21:8, 9.

El nombre de Rizpa (Ritspâh en hebreo) significa “carbón encendido”. Aunque en las referencias de la Biblia no la vemos emitiendo palabra, su nombre nos sugiere una mujer con espíritu apasionado. El “carbón encendido” pareciera describirnos ese brillo de sus ojos que expresaba su mirada fogosa. Para ser elegida concubina del rey debió haber sido muy atractiva. Y es posible pensar que no tuvo un amor efímero y transitorio con el rey, ya que le dio dos hijos.

Varios años después del suceso donde Rizpa cambió, sin quererlo, la historia de Israel, sobrevino una sequía muy grande en el país. El rey David consultó a Jehová, y Dios le recordó que Saúl había transgredido un pacto que Josué había hecho con los gabaonitas. Los israelitas respetarían y no combatirían a ese pueblo, en tanto que ellos los servirían como leñadores y aguadores. Cuando Saúl llegó al trono, no cumplió el compromiso, y procuró eliminar a los gabaonitas. Entonces David quiso resarcir el daño perpetrado contra los gabaonitas y les preguntó qué pedían como resarcimiento. No pidieron dinero ni tierras, solo pidieron sacrificar a siete descendientes de Saúl. Entonces David les entregó los dos hijos de Rizpa, Armoni y Mefi-boset, y cinco hijos de Merab, hija de Saúl, que había tenido con Adriel (2 Samuel 21:4-8). Así, dos hijos y cinco nietos de Saúl fueron ahorcados.

Entonces es cuando aparece Rizpa como “carbón encendido”. Salió del anonimato y del silencio al que estaba sometida e impidió con hidalguía que los cuerpos de sus hijos fueran destrozados por los depredadores.

Rizpa desafió durante cinco meses las inclemencias del tiempo, la hostilidad de las fieras, la fetidez de los cadáveres descompuestos, el cansancio de velar día y noche. En esa escena vemos todo el amor y cuidado prodigado a sus hijos en vida, y que la Biblia silencia.

Dios honró el dolor de Rizpa, porque hizo llover sobre la tierra ávida, devolviendo la frescura y el verdor de los campos y el alimento de los hombres. Y David la terminó honrando cuando permitió que se le brindara el debido respeto a los muertos (2 Samuel 21:11-14). — FB

Radio Adventista

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