NIÑOS MISIONEROS
“De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él” (Marcos 10:15).
Jesús apreciaba a los niños y les dedicaba tiempo. Conocía su pureza y quería ver en los adultos el mismo comportamiento. Por eso colocó su inocencia, sinceridad y entrega sin reservas como modelos para ser seguidos por todos aquellos que anhelan llegar al cielo.
Sin embargo, el interés de los pequeños por Jesús no surge de manera natural. Las familias cristianas necesitan actuar de manera intencional para construir un muro de protección alrededor de cada niño, enseñándole los valores bíblicos, el amor a Dios y el compromiso con la misión.
Eso fue lo que sucedió con Bruno Lotze Kuntze, que vive en Florianópolis, en el sur del Brasil. En marzo de 2016, cuando todavía tenía doce años, fue con sus hermanos, Isabelle y Lucca, al consultorio de la dentista Leda Sabarros Coelho, y allí comenzó una historia impresionante.
El 31 de enero del mismo año, Leda le había pedido a Dios una señal, pues ella se “sentía muerta en este mundo vacío y quería que Dios le mostrara en qué creer”. Menos de dos meses después, Bruno e Isabelle fueron a su consultorio.
Bruno no estaba animado con el tratamiento, pero la dentista, viendo su interés por la Biblia, decidió pedirle que él le enseñara a estudiarla durante las consultas. Mientras sus hermanos eran atendidos, él hacía lecturas bíblicas y explicaba las partes que más les gustaban. Durante aquellos días, estaba siendo exhibida la película Los Diez Mandamientos, y ambos se pusieron de acuerdo para que Bruno hiciera una lista de todo lo que estaba equivocado en la historia a fin de que la médica lo confirmara en la Biblia. Hasta hoy, la odontóloga guarda las anotaciones de Bruno.
Poco tiempo después, él invitó a la odontóloga para que visitara la Iglesia Adventista. Ella todavía recuerda cuando él le dijo con cariño: “Acepte, doctora Leda. Usted va a ser bien recibida”. Impresionada por la integridad y el conocimiento bíblico del muchacho, ella aceptó visitar la Iglesia Adventista Central de Florianópolis, que queda a pocos metros de su consultorio. Inició los estudios bíblicos, y el 25 de junio del mismo año fue bautizada.
Por intermedio de un niño misionero, el Señor respondió la oración de una profesional competente y la salvó. La actitud de este niño es un gran ejemplo para ser seguido por los adultos que también desean cumplir la misión. Recibe el Reino de Dios como un niño, y tú también les hablarás sobre Jesús, con poder, a las personas.