Sabado 11 de Marzo del 2017 – PEQUEÑOS DETALLES – Devoción matutina para la mujer

PEQUEÑOS DETALLES

“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel” (Luc. 16:10).

Algo había cambiado. Cuando una compañera de trabajo entró en la enfermería de nuestra organización para recoger unos formularlos para su próxima cirugía, noté algo diferente en ella. Hablamos unos minutos sobre la operación, y noté que su lenguaje ya no estaba lleno de groserías. Empezó a hablarme de la decisión que había acababa de tomar, junto con su esposo, de entregar su vida al Señor. Eso significó un cambio radical para ellos, y pude ver la paz de Dios reflejada en su rostro. Sin embargo, una expresión de tristeza tiñó su alegría, porque muchos de sus viejos amigos ya no querían juntarse con ellos.

Pude compartir con ella lo que el Señor significaba para mí, y animarla a permitirle que gobernara cada aspecto de su vida, incluso los pequeños detalles. La obra de Jesús en nosotros debe expresarse en cómo manejamos todas las situaciones de la vida. Le di un ejemplo: después de colocar los víveres en mi automóvil al salir del supermercado, lo más fácil es, simplemente, abandonar ahí el carrito de la compra y marcharme, en lugar de llevarlo al lugar donde se supone que debo devolverlo. Sin embargo, si abandono el carrito, podría rodar y abollar o rayar otro automóvil. Así que, aunque me siento tentada a irme y dejarlo en ese lugar, trato de hacer lo que Jesús haría en mi lugar: devolver el carrito a su sitio correspondiente. Después de nuestra conversación, mi compañera de trabajo me abrazó. Salió hacia el hospital… y supe que había hecho una nueva amiga.

Varias semanas después, estaba en el supermercado y me encontré con ella. Nos pusimos al día de nuestras vidas, en especial de su recuperación postoperatoria. La hora de la cena se acercaba, así que, nos despedimos. Ya estaba oscureciendo, y era un día lluvioso de invierno. Me había comenzado a doler una rodilla, que también me habían operado, y a decir verdad, no quería llevar el carrito del supermercado hasta el lugar donde se suponía que tenía que devolverlo. Pero un pensamiento cruzó mi mente: “¿Qué haría Jesús?” Poco a poco, llevé el carrito hasta el área de devolución cuando, de repente, oí mi nombre. Levanté la vista, y vi a mi amiga empujando su carrito de compras hacia el mismo lugar. Ella, entre risas, me dijo: “Nunca olvidaré la historia sobre hacer lo que haría Jesús, así que, siempre devuelvo el carrito”.

Cuántos pequeños detalles de nuestras vidas testifican a otros de nuestro compromiso de reflejar a Jesús en todo lo que hacemos y decimos. ¿Qué habría sentido y pensado mi compañera de trabajo, si yo no hubiera regresado allí el carrito del supermercado aquel día? ¿Qué habría sentido y pensado Jesús?

Sandi B. Cook

Radio Adventista

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