Sabado 09 de Diciembre del 2017 – ESCUCHANDO EL LLAMADO -PARTE 2 – Devoción matutina para la mujer

ESCUCHANDO EL LLAMADO -PARTE 2

“A los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Rom. 8:28).

Con Jesús como Conductor, nos subimos al vehículo diciendo: “Te seguiré, Señor”. Pero la parte difícil comienza cuando enciende el motor y comenzamos el viaje. En lugar de ceder el control de nuestras vidas a Jesús, nos convertimos en pasajeras-conductoras. Sabes a qué me refiero: señalar, hacer sugerencias, y pisar nuestros “frenos” imaginarios.

En momentos de estrés, o cuando no podemos anticipar el final, ¿por qué de pronto queremos estar al control del vehículo? ¿Por qué dudamos del GPS celestial, sintiendo que conocemos el camino aunque nunca hayamos estado “allí” antes? “Dios”, murmuramos, “¿por qué no me dices qué sucederá luego y qué se supone que tengo que hacer?” Dios señala la Biblia: “Léela y lo sabrás”. “Porque mis pensamientos no son los tuyos, ni tus caminos son los míos” (ver Isa. 55:8, NVI).

Pienso en mi accidente hace tantos años. No me arrepiento de nada porque, a pesar del dolor, la experiencia aumentó mi fe y me preparó para ministrar a otros estudiantes en la universidad. No tengo idea de cuántas vidas ha tocado Dios a través de la mía, pero muchas personas, a menudo con lágrimas en los ojos, se me han acercado para agradecer mi testimonio. Pero qué irónico es que haya tenido que oír el llamado de Dios a través de tanto dolor. Si hubiera sabido con anterioridad cómo sería el trayecto, habría tirado a la basura mis boletos de avión y me habría quedado en Miami. Pero nunca hubiese sido tan bendecida como lo soy hoy.

Noé escuchó el llamado de Dios: “Construye un arca porque habrá un diluvio”. Noé obedeció; pero quizá, solo quizá, si Noé no hubiera experimentado el ridículo y el arduo trabajo de construcción del arca, no habría tenido la fe suficiente para entrar en ella con su familia. Con Dios como su conductor, Noé tuvo un viaje largo y salvaje, aun antes de “llegar a la ruta”. Pero a través de aquella experiencia, Dios bendijo a Noé. Ya sea que estés ministrando como resultado de tu dolor o estés siendo ridiculizada por seguir el llamado de Dios, o esperando escuchar el llamado, no te desanimes. Hay esperanza. Tu Conductor te llevará adonde necesites ir. Siéntate y ten fe, Dios usa “todas las cosas” para tu bien.

RaqueI Carrera

Radio Adventista

View all contributions by