EL TREN QUE CONDUCE A LA PERDICIÓN
“Tampoco permitas que el pueblo practique la adivinación, ni la hechicería, ni que haga interpretación de agüeros, ni se mezcle en brujerías” (Deuteronomio 18:10, NTV).
El 8 de julio de 1999, se lanzaba el libro Harry Potteryel prisionero de Azkaban, tercer tomo de la saga. Un año después, el 8 de julio de 2000, salía a la venta el cuarto: Harry Potter y el cáliz de fuego. Harry Potter es una heptalogía de novelas fantásticas escrita por J. K. Rowling, que describe las aventuras del joven aprendiz de mago y hechicería Harry Potter, y sus amigos Hermione Cranger y Ron Weasley, durante sus años en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Desde el lanzamiento de la primera novela, fue inmensamente popular, y obtuvo críticas favorables y éxito comercial mundial. Se vendieron más de 500 millones de ejemplares de los siete libros, y fueron traducidos a más de 65 idiomas. Permeando toda la serie, están la magia, la hechicería y las prácticas espiritistas.
La inmortalidad del alma es una antigua creencia de casi todas las civilizaciones. Hoy, la encontramos en religiones cristianas y orientales, y también en los pensamientos agnósticos o ateos. La Nueva Era diseminó esta concepción globalmente.
El espiritismo es un altamente engañoso derivado de la creencia en la inmortalidad del alma. Obra maestra del engaño satánico, es una de las principales armas del enemigo: “Entre las operaciones más temibles del gran engañador figuran las enseñanzas engañosas y los falsos milagros del espiritismo” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 578).
Ciertamente, el espiritismo es “el tren que lleva a la destrucción”, y allí viaja “el mundo entero”:
“Vi la rapidez con que se difundía el engaño espiritista. Se me mostró un tren de vagones que marchaban con la velocidad del rayo. [_] Parecía que en él iba el mundo entero. Después, el ángel me mostró al jefe del tren […] pregunté a mi ángel acompañante quién era aquel jefe. Me respondió: ‘Es Satanás, disfrazado de ángel de luz. Ha cautivado al mundo. Este ha sido entregado a formidables engaños, para creer en una mentira, con el fin de que se condene. Su agente, el que lo sigue en categoría, es el maquinista, y otros agentes suyos están empleados en diversos cargos, según los va necesitando, y todos marchan con relampagueante velocidad a la perdición'” (ídem., p. 618).
Hoy, acércate a Cristo y mantente alejado de todo lo relacionado con lo oculto.