¿QUÉ HARÉ POR CRISTO ESTE AÑO?
“De modo que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo!” (2 Corintios 5:17, RVC).
El 3 de junio de 1890, aparecía en la Adventist Review un artículo titulado: “¿Qué puedo hacer y qué haré por Jesús este año?”. El título me sorprendió, pues esta clase de artículos generalmente se publican a comienzos de año. Pensándolo bien, nunca es tarde para dedicar nuestra vida al servicio de Jesús, incluso cuando haya transcurrido medio año ya. Decía la publicación:
“Nuestros años pueden ser comparados con un libro en el que cada día es un página. Una a una, las páginas del año 1890 están siendo escritas, y todo lo que pensamos y hacemos está siendo fielmente registrado así […]. Hay muchas maneras en las que podemos trabajar por Jesús en 1890.
1. Pregúntate cada mañana: ¿Qué puedo hacer por Jesús hoy?
2. Estudia cuidadosamente y en oración, cada día, alguna porción de la Biblia.
3. Sé fiel en la organización del culto familiar.
4. Sé fiel y ferviente en la oración privada.
5. Intenta hacer feliz a alguien cada día, aunque sea a un niño […].
6. Respeta cuidadosamente las leyes de la salud […].
7. Ten siempre al menos a una persona no creyente por cuya salvación ores con fervor y actúa juiciosamente.
8. Ora diariamente por tus hijos, y anímalos a leer la Biblia y los escritos de Elena de White.
9. Separa algo de tus ingresos para la tarea misionera.
10. Sé fiel en la obra misionera.
11. Devuelve honestamente el diezmo a Dios.
12. Sé diligente en lo que hagas.
13. Sé honesto con todos los hombres.
14. Sé amable con los enfermos y los pobres.
15. Asiste regularmente a la Escuela Sabática y sé puntual.
16. Estudia diariamente y a conciencia la lección de la Escuela Sabática.
17. Asiste regularmente al culto divino y sé puntual.
18. Haz lo que esté a tu alcance para que cada Reunión de Oración, Escuela Sabática y cada reunión de la iglesia sean un éxito para todos.
19. Induce a otros a asistir a la Escuela Sabática y al sermón.
20. Al terminar cada día, pídele al Señor que bendiga tus esfuerzos”.
¿Revisaste la lista? ¿Qué te falta? Nunca es tarde para empezar. Hoy puedes escribir una nueva página.