Miercoles 4 de Marzo – ALEJANDRO EL GRANDE – Meditacion para Jóvenes

ALEJANDRO EL GRANDE

El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? Salmo 27:1.

Alejandro se paró junto a su padre, el rey Felipe de Macedonia, mientras los criadores de caballos inspeccionaban un grupo de potros nuevos.

– ¡Mira ese potro negro! -dijo Alejandro, mientras señalaba al potrillo más vivaz del grupo-, ¿Lo ves? El que tiene una mancha blanca en la frente. El que se parece a un buey.

-No sirve. Es muy salvaje -aclaró su padre y sacudió la cabeza-. ¡Ningún hombre podrá montarlo!

– ¡Yo sí podré! -repuso Alejandro.

Le brillaban los ojos de solo pensarlo.

-Padre, por favor, déjame intentarlo. Esos hombres no saben cómo tratarlo.

El rey Felipe miró al joven príncipe y sonrió.

– ¿Así que crees poder hacerlo mejor que mis jinetes?

-Yo sé cuál es el problema. Estoy seguro de que podré controlarlo. Alejandro hablaba con mucha seguridad.

-Muy bien -le dijo su padre-. Inténtalo. Si logras montarlo y permanecer arriba, será tuyo.

– ¡Qué bueno! -gritó Alejandro y se dirigió al animal.

Al acercarse al potro, caminó lentamente hacia él. Tomó las riendas del criador, y movió lentamente la cabeza del animal hasta que le hizo mirar el sol mientras le acariciaba el cuello y susurraba en el oído. Pronto se calmó el potrillo. Entonces Alejandro lo montó y regresó al lugar donde lo aguardaba su padre debajo de unos cipreses.

-Es tuyo -le dijo el rey Felipe-. Dime, ¿cuál es tu secreto?

-Me di cuenta de que el sol proyecta sombras largas y oscuras a esta hora -le respondió Alejandro-, El potrillo solo tenía temor de esas formas. Lo hice mirar el sol, y desapareció la causa de su temor.

Fue así como Alejandro se ganó a Bucéfalo, el caballo que montó en las batallas por las que conquistó el mundo.

¿Cuáles son las sombras de tu vida? ¿El divorcio? ¿La enfermedad? ¿Las drogas? ¿El alcohol? ¿La Ignorancia? ¿El fracaso? ¿La ruina? ¿La muerte?

Deja de mirar las sombras y contempla a Jesús, tu luz y tu salvación. Él hará desaparecer el temor de tu corazón. Te dará el valor para enfrentar el futuro.

Radio Adventista

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