Miercoles 31 de Mayo del 2017 – UNA BOCANADA DE AIRE FRESCO – DM para Jóvenes

UNA BOCANADA DE AIRE FRESCO

“Jesús viajó por toda la región de Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la Buena Noticia del reino, y sanando a la gente de toda clase de enfermedades y dolencias” (Mateo 4:23, NTV).

Este día se celebra, desde 1987, el “Día Mundial Sin Tabaco” o “Día Mundial Sin Fumar”. Tiene como logo un cenicero con una rosa, que reemplaza al clásico cigarrillo, comunicando el cambio de un humo nocivo por el aire natural. Este día se propone un día de abstinencia de todo consumo de tabaco alrededor del mundo. Cada año, la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial del No Fumador, dedicado a resaltar los riesgos para la salud del consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir su consumo. Es la principal causa prevenible de defunción en el mundo, y actualmente mata a uno de cada diez adultos. Los efectos nocivos del tabaco son, principalmente, cuatro:

1 Nicotina: Principal componente del tabaco. Genera fuerte adicción.

2. Monóxido de carbono: Gas procedente de la combustión incompleta de la hebra de tabaco, y también de cualquier producto en combustión, como humos de vehículos de combustión interna, gasolina o diesel. Es tóxico.

3. Gases irritantes: Afectan al aparato respiratorio.

4. Sustancias cancerígenas: En el humo del tabaco se detectaron sustancias potencialmente cancerígenas, como el benzopireno, formados durante la combustión del tabaco o del papel de cigarrillo.

A su vez, también son afectadas las personas cercanas, los fumadores pasivos. La Biblia presenta una visión integral del hombre, por la cual todas sus dimensiones (espiritual, física, mental y social) están interconectadas en una unidad indivisible. La salvación que presenta la Biblia comprende un evento futuro y, además, afecta nuestra vida presente. Según la Biblia, Dios no solo es el Autor de la vida, sino además su Sustentador. Pero, confió el cuidado de la vida en manos de Adán, de Eva y de sus descendientes (Gén. 2:15,16). Dios nos dejó indicaciones respecto del cuidado y la preservación del mundo creado y de la vida humana, y dio una advertencia para aquellos que abusaran de ambos (Apoc. 11:18). La Biblia explica que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y que es nuestro deber cuidar de él, al preservar la salud (1 Cor. 6:19,20). Necesitamos del oxígeno para preservar la vida, y del aire puro para nuestra salud.

Comienza cada día con respiraciones profundas en un lugar abierto, mantén tu casa y dormitorio bien ventilados y, cuando sea posible, sal de la ciudad para respirar aire más puro. Hoy, también ayuda a otros a cobrar conciencia de la necesidad de cuidarlo.

Radio Adventista

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