VALE LA PENA SEGUIR A JESÚS
“Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mateo 19:29).
¿Ya te has preguntado si realmente vale la pena dejar amigos, hábitos, lugares, ropas o alimentos para ser fiel a Dios? El joven rico tenía esa duda. Sin embargo, sobre la base de criterios humanos e inmediatistas, resolvió amar más la riqueza que a Jesús.
Después de observar la actitud de ese joven, Pedro fue directo y dijo a Cristo: “He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?” (Mat. 19:27). La respuesta del Señor, retratada en el versículo de hoy, no deja lugar a dudas sobre los beneficios incontables de ponerse del lado de Dios.
No seguimos a Cristo por lo que vayamos a ganar, sino porque lo amamos y por la esperanza que vibra en nuestro corazón. De todos modos, esa elección tiene resultados para esta vida. En mi vida adolescente, cierta vez, intenté hacer una lista de las cien cosas que podría ganar siguiendo a Jesús. Obviamente, no conseguí concluirla. Dios ofrece mucho más de lo que podamos listar. Sin embargo, de aquella lista incompleta guardé tres beneficios.
1. Felicidad. Dios nos creó, y nos entregó la Biblia como “manual del fabricante”. En esas páginas santas están registrados los secretos para “funcionar bien”. Al seguir sus orientaciones, nos aproximamos al plan original de Dios y a la felicidad perfecta que él planificó.
2. Libertad. A pesar de que algunos creen que perdemos, el propio Jesús garantiza que la verdad nos libera (Juan 8:32). Quien vive de acuerdo con las orientaciones de la Biblia no tiene dificultades para cambiar su vida. Quien vive sin reglas, aunque no lo sepa, es esclavo de esta condición. Cuando intenta cambiar, descubre que no logra hacerlo. Por otro lado, quien deja todo para seguir a Cristo es libre de verdad.
3. Protección. Una encuesta realizada en 17 países indicó que el sexo, las drogas y la violencia son los tres problemas que más afectan a los jóvenes en los días de hoy. Solo estamos recogiendo los resultados de aquella falsa libertad, estimulada en gran medida a partir de finales de la década de 1960. Sin embargo, jóvenes, adultos, niños y ancianos, que dejan todo por seguir a Cristo, están protegidos de esos problemas y de muchos otros también.
Vale la pena seguir a Jesús. Tú ganarás en esta vida y, como si fuera poco, heredarás la eternidad.