Miercoles 27 de Noviembre – VIDA II – Devocion Matutina para Jóvenes

VIDA II

Para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10.

Cristo sabe que ha venido a morir. Su muerte fue anunciada “desde el principio del mundo” (Apoc. 13:8), porque es “grande para salvar” (Isa. 63:1). Busca hombres de oído dócil y corazón de niño. Son escasos. Entonces él los forja. Y pronto son legión. Proclama sin descanso la verdad y el amor. Va de pueblo en pueblo impartiendo vida y salud (Mat. 4:23).

El diablo lo acosa día y noche. Lo acecha por medio de los sacerdotes. Corta la cabeza de su precursor, Juan el Bautista. Pero Jesús no huye. Y el reino prosigue.

Satanás desespera. A fin de hacerlo desistir, le susurra al oído: “Vienes de una mujer que durmió con su suegro, Tamar; de otra que regenteaba un antro, Rahab; de una extranjera moabita, Rut. En tu familia hubo un rey que pasó a su hijo por el fuego, Manasés; otro que le quitó la mujer a un amigo y lo mandó matar, David. Tú mismo eres hijo de madre soltera y provienes de un pueblo corrompido, Nazaret. ¿Quiénes te siguen? Los guerrilleros frustrados, Simón el zelote, y el vulgo de los puertos, Pedro y Andrés, Santiago y Juan. ¡Avergüénzate y vuelve a tu lugar!”

Jesús escucha y calla. Son ellos los trofeos de su gracia, la prueba de que el hombre es redimible.

Al fin, los adversarios enloquecen y recurren al último argumento: la violencia. Lo apresan y lo juzgan en secreto. Lo condenan a pesar de admirarlo. La iniquidad se abisma en el Calvario, asimismo el amor. Lo hieren e intercede con ruegos de perdón. “Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz” (Mat. 27:40), resuena el desafío. “Padre, perdónalos” (Luc. 23:34), se escucha la respuesta. Muere proclamando su victoria: “Consumado es” (Juan 19:30).

Pero al tercer día Jesús vence el sepulcro y asegura la resurrección de sus hijos (Apoc. 1:18). Sube a los cielos y es aclamado vencedor (Sal. 24:7-10) e investido Sumo Sacerdote ante Dios (Heb. 9:11, 12).

Un día, en la consumación de su plan de redención, Jesús gobernará la tierra, y al contemplar a sus redimidos de toda edad conviviendo en perfecta armonía, “quedará satisfecho” (Isa. 53:11).

Radio Adventista

View all contributions by