Miercoles 25 de Diciembre – ENCARNACIÓN – Devocion Matutina para Jóvenes

ENCARNACIÓN

Todo esto aconteció para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta: “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Emanuel (que significa: ‘Dios con nosotros’)”. Mateo 1:22, 23 (RV95).

Cristo es la suprema bendición que el hombre jamás haya recibido. Con él se nos concedieron todos los tesoros del universo: tesoros de sabiduría y de amor, el tesoro de la vida eterna.

Los seres humanos estábamos separados de Dios y dominados por espíritus malignos. El pecado se había incubado en nuestro ser y había hecho metástasis. “Dios vio que se necesitaba una revelación más clara que la naturaleza para retratar a lo vivo su personalidad y carácter. Mando a su Hijo al mundo para que manifestara, en la medida en que la humana visión pudiera mirarlos, la naturaleza y los atributos del Dios invisible” -MC 327.

Cada Navidad debemos detenernos ante el Niño del pesebre y adorarlo. Hacer menos que eso no sería digno de nosotros, ni de él. Es el Creador del mundo, y el que clava su cruz en el centro de la historia para darle sentido. Ya lo dijo Bernard Ramm: “Toda la historia es incomprensible sin Cristo”. George Bancroft concuerda: “El nombre de Jesucristo lo encuentro escrito en cada página de la historia moderna”. Y George Butrick le rinde este tributo: “Jesús dio un nuevo comienzo a la historia. En todo país él se halla en casa: en todas partes los hombres piensan que el rostro de él es como el mejor rostro de ellos —y como el rostro de Dios. Su nacimiento se celebra a través del mundo entero”.

Esta Navidad tendremos la oportunidad de dar y recibir regalos, pero no olvidemos que el mejor Regalo, aquel en el que se reúnen todos los regalos que perduran para siempre, se nos dio hace dos mil años, y sigue siendo actual. Y mientras meditamos en el nacimiento de tan glorioso Salvador, permitamos que nazca en el establo de nuestro corazón.

Radio Adventista

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