Miercoles 20 de Diciembre del 2017 – EL EDÉN RESTAURADO – Devoción matutina para adultos

EL EDÉN RESTAURADO

«Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado». Apocalipsis 21: 1

EL HUERTO DEL EDÉN permaneció en la tierra mucho tiempo después de que el ser humano fue expulsado de sus agradables senderos. Durante mucho tiempo se le permitió a la raza caída contemplar de lejos el hogar de la inocencia, cuya entrada estaba resguardada por los ángeles vigilantes. En la puerta del paraíso, custodiada por querubines, se revelaba la gloria divina. Allí iban Adán y sus hijos a adorar a Dios. Allí renovaban sus votos de obediencia a aquella ley cuya transgresión los había arrojado del Edén. Cuando la ola de iniquidad cubrió al mundo, y la maldad de la humanidad trajo destrucción por medio del diluvio, la mano que había plantado el Edén lo quitó de la tierra. Pero en la restitución final, cuando haya «un cielo nuevo y una tierra nueva» (Apoc. 21: 1), ha de ser restaurado con una belleza más gloriosa que la original.

Entonces, los que hayan guardado los mandamientos de Dios, respirarán llenos de vigor inmortal bajo el árbol de la vida; y a través de las edades sin fin los habitantes de los mundos sin pecado contemplarán en aquel huerto de delicias un modelo de la perfecta obra de la creación de Dios, libre de la maldición del pecado, una muestra de lo que el planeta habría llegado a ser si el ser humano hubiera cumplido el glorioso plan de Dios. […]

No puede haber dolor en la atmósfera del cielo. En el hogar de los redimidos no habrá lágrimas, ni cortejos fúnebres, ni indicios de dolor. «No dirá el morador: “Estoy enfermo” Al pueblo que more en ella, le será perdonada la iniquidad» (Isa. 33:24). Nos invadirá una excelsa felicidad que irá en ascenso a medida que transcurra la eternidad.

Llegó el momento que el pueblo de Dios tanto esperó desde que la espada encendida que se revolvía por todos lados cerró el paso de la primera pareja al Edén; el momento de la «redención de la posesión adquirida» (Efe. 1: 14). La tierra, dada originalmente a la humanidad para que fuera su reino, entregada por la misma humanidad en las manos de Satanás, y secuestrada durante mucho tiempo por el poderoso enemigo, ha sido recuperada gracias al bendito plan de la redención. Todo lo que se perdió por culpa del pecado, ha sido restaurado. […] El propósito original de Dios para con la tierra se ha cumplido, al convertirse ahora en la morada eterna de los redimidos.- La maravillosa gracia de Dios, pp. 360-361.

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