Miercoles 17 de Octubre – LA MEJOR ELECCIÓN – Devocional para Damas

MARÍA Y MARTA

LA MEJOR ELECCIÓN

Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Lucas 10:41, 42.

A menudo Jesús buscaba el descanso que su naturaleza humana requería, en la casa de Lázaro en Betania. En su primera visita, él y sus discípulos habían llegado después de una agotadora jornada a pie de Jericó a Jerusalén. Se habían detenido como huéspedes en la tranquila residencia de Lázaro, y sus hermanas Marta y María los habían atendido…

La paz de Cristo descansó sobre el hogar de estos hermanos. Marta estaba ansiosa por brindar toda la comodidad a sus huéspedes, mientras María, arrobada por las palabras que Jesús dirigía a sus discípulos, consideró que era una oportunidad dorada la que tenía de conocer mejor la doctrina de Cristo. Entrando silenciosamente a la habitación en la que Cristo estaba, se sentó silenciosamente a sus pies y absorbía con fervor cada palabra que salía de sus labios.

Mientras Cristo daba sus lecciones maravillosas, María se sentaba a sus pies, escuchándole con reverencia y devoción. En una ocasión, Marta, atosigada por el afán de preparar la comida, apelo a Cristo diciendo: “Señor, ¿No te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude” (Lucas 10:40… Jesús le contestó con palabras llenas de mansedumbre y paciencia: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (vers. 41-42)…

La “cosa” que Marta necesitaba era un espíritu de calma y devoción, una ansiedad más profunda por el conocimiento referente a la vida futura e inmortal, y las gracias necesarias para el progreso espiritual. Necesitaba menos preocupación por las cosas pasajeras y más por las cosas que perduran para siempre. Jesús quiere enseñar a sus hijos a aprovechar toda oportunidad de obtener el conocimiento que los hará sabios para la salvación. La causa de Cristo necesita personas que trabajen con cuidado y energía. Hay un amplio campo para las Martas con su celo por la obra religiosa activa. Pero deben sentarse primero con María a los pies de Jesús. Sean la diligencia, la presteza y la energía santificadas por la gracia de Cristo; y entonces la vida será un irresistible poder para el bien. –Elena G. de White, HD, 56-58

Radio Adventista

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