No me llenes de terror, pues tú eres mi refugio en momentos difíciles (Jeremías 17: 17).
ES MUY DIFÍCIL CONFIAR EN UNA PERSONA QUE NO SE CONOCE. Para que la confianza se desarrolle, es necesario que dos personas dialogen e inviertan tiempo juntas. Luego, después de que el tiempo pasó y llegaron a conocerse bien, como resultado surge la confianza.
Igualmente ocurre con Dios. No se puede confiar en él si no se lo conoce. Para confiar en nuestro Creador, debemos invertir tiempo en la lectura de la Biblia, en la oración y en la asistencia a la iglesia. Nuestra confianza en él, también se ve materializada en la confianza que tenemos en su Palabra. Sus enseñanzas, exhortaciones y promesas invitan a los hijos de Dios a confiar en el autor de las Escrituras.
Tal como lo hizo en el Edén, el diablo procura que no confiemos en Dios y en su Palabra. Con engaños y sofismas intenta que los hijos de Dios crean mentiras y errores y abandonen la confianza depositada en la Biblia. Cuando el enemigo inició su diálogo con Eva, la llevó a dudar de la Palabra de Dios diciéndole: «No morirán» (Gén. 3: 4); cuando claramente el Creador le había dicho a Adán: «El día que comas de él seguramente morirás» (2: 17).
Actualmente hay grandes movimientos que intentan apartar nuestra confianza de Dios y de su Palabra profética. Se pone en duda la interpretación adventista que afirma que, según Apocalipsis 13, Estados Unidos de América será un poder perseguidor que atacará la libertad de conciencia. Existen muchos que confían en las leyes que protegen la libertad religiosa y dudan que estas profecías se cumplirán algún día en aquel poder que cree que está representado por la bestia de dos cuernos.
Sin embargo, después de hacer un estudio serio sobre la Libertad Religiosa en Estados Unidos, John Gratz advierte: «No se equivoquen, la libertad religiosa es frágil aun en los Estados Unidos. Una breve mirada a la historia de este país ya los acontecimientos actuales resulta ilustrativa. Los primeros adventistas en los Estados Unidos fueron encarcelados por trabajar en domingo […] Parece improbable, pero es la realidad. Las libertades seguras de la Constitución estadounidense, a las que a menudo se apela, tristemente, no siempre son sostenidas» ( Temas de fe y libertad: Defendiendo los derechos de profesar, practicar y promover nuestras creencias , p. 190).
¿Le darás valor a los razonamientos actuales o confiarás en lo que Biblia predijo con tanta claridad? ¿Confiarás en el argumento humano o confiarás en Dios y su Palabra? Tu salvación depende de las respuestas que tengas a estas preguntas.
