Miercoles 10 de Junio – HAZ EL BIEN SIN MIRAR A QUIÉN – DM. Adultos

HAZ EL BIEN SIN MIRAR A QUIÉN

«Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe» (Gálatas 6:10).

Mary Ann Sieghart es una periodista que escribió sobre política, asuntos sociales y de la vida en general, en prestigiosos periódicos británicos como The Times of London, The Financial Times, The Economist y The Independent. Aunque sus capacidades y talentos fueron evidentes desde su juventud, en su trato con los demás, en ocasiones, ha sido calificada como una persona indiferente y descuidada. Por ejemplo, podía conversar toda una mañana con una persona y pasar posteriormente a su lado sin siquiera saludarla. Sin embargo, la indiferencia y el descuido no son rasgos negativos de su personalidad. Más bien, lo que aqueja a esta periodista es una particular enfermedad cerebral denominada prosopagnosia, que le impide reconocer a las personas por su rostro. Para superar esta condición e identificar de alguna manera a las personas, Mary Ann ha desarrollado una serie de estrategias como: prestar atención al tono de la voz, recordar el color de los ojos, identificar algún lunar llamativo o fijarse en los anteojos, el peinado o el color de cabello que las personas acostumbran a llevar. Más allá de lo relacionado con su trabajo o enfermedad, también se ha involucrado en una fundación comprometida con la educación de la gente en los ámbitos económico, político y social. A través de ella, ha manifestado una marcada preocupación por la justicia social, llevando a la práctica el refrán de hacer el bien, literalmente, «sin mirar a quién».

No es fácil hacer el bien sin mirar a quién va dirigida la ayuda. Muchas veces, las personas tratan consciente o inconscientemente de distinguir entre aquellos que «merecen» recibir ayuda de aquellos que no y utilizan métodos que les permiten identificar a quienes, según su juicio, es mejor ayudar. Lo que muchos ignoran es que la enfermedad del egoísmo o del orgullo distorsiona profundamente las percepciones, y a veces terminan siendo ayudados quienes puedan retribuirlos de algún otro modo.

La cita bíblica de hoy señala que debemos aprovechar toda oportunidad para hacer el bien a los demás, es decir, sin hacer distinción de riquezas, educación, influencias o poder. El amor de Cristo puede corregir la visión defectuosa, de modo que sea posible hacer el bien a todos y especialmente a los de la familia de la fe. Ahora piensa: ¿Hay un enfermo entre tus vecinos? ¡Es tu oportunidad de ayudar! ¿Se ha quedado sin trabajo un amigo? ¡Esa es tu oportunidad! ¿Alguien tiene una urgencia o está pasando por algún problema? ¡No pierdas esa preciosa oportunidad de brindar una ayuda desinteresada!

Radio Adventista

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