Miercoles 06 de Septiembre del 2017 – UNA LUZ EN EL VECINDARIO – Devoción matutina para adultos

UNA LUZ EN EL VECINDARIO

«Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo». Mateo 5: 16

NECESITAMOS MÁS PADRES y cristianos radiantes. Nos encerramos demasiado en nosotros mismos. Con demasiada frecuencia privamos de alguna palabra de bondad y de aliento, o de alguna sonrisa alegre, a nuestros hijos o a los oprimidos y desalentados.

Padres, sobre ustedes recae la responsabilidad de llevar y comunicar luz. Brillen como luces en el hogar e iluminen la senda que sus hijos han de recorrer. Mientras lo hagan, su luz resplandecerá para los extraños.

De todo hogar cristiano debería irradiar una santa luz. El amor ha de expresarse en hechos. Se debe manifestar en todas las relaciones del hogar y revelarse en una atenta amabilidad, en una tierna y desinteresada cortesía. Hay hogares donde se pone en práctica este principio, hogares donde se adora a Dios, y donde reina el amor Verdadero. De estos hogares, de mañana y de noche, la oración asciende hacia Dios como un dulce incienso, y las misericordias y las bendiciones de Dios descienden sobre los suplicantes como el rocío de la mañana.

La primera tarea de los cristianos consiste en estar unidos en la familia. Luego la obra ha de extenderse hasta sus vecinos cercanos y lejanos. Los que hayan recibido la luz deben dejarla brillar en claros rayos. Sus palabras, fragantes con el amor de Cristo, han de ser sabor de vida para vida.

Cuánto más estrechamente estén unidos los miembros de una familia en lo que hay que hacer en el hogar, tanto más elevadora y servicial será la influencia que ejerzan fuera de él el padre, la madre, los hijos y las hijas.

La felicidad de las familias y las iglesias depende de las influencias ejercidas por el hogar. Los intereses eternos dependen del debido cumplimiento de las obligaciones de esta vida. El mundo no necesita tanto grandes intelectos como hombres buenos que sean una bendición en sus hogares.

Cuando la religión se manifieste en el hogar, su influencia se hará sentir en la iglesia y el vecindario. […]

La verdad que se practica en el hogar se hace sentir en una obra hecha desinteresadamente fuera de él. El que practica el cristianismo en el hogar será en cualquier parte una luz resplandeciente.- El hogar cristiano, cap. 5, pp. 37-38.

Radio Adventista

View all contributions by