Lunes 14 de Noviembre. Matutina para damas – “Tu Goliat particular”

Lunes 14 de Noviembre. Matutina para damas – “Tu Goliat particular”

«Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas» (Jos. 1:9, RV95).

“Cuando no podamos ver el rostro de Dios, tengamos confianza bajo la sombra de sus alas”. Charles Spurgeon

EN 1994 Barry Marshall descubrió que las úlceras eran causadas por la bacteria H. Pylori, y que podían curarse con un antibiótico. Su descubrimiento chocó frontalmente con la medicina tradicional y con los intereses de algunos magnates de la industria farmacéutica. Hasta entonces se consideraba que las úlceras eran causadas por los ácidos estomacales, las comidas picantes o el estrés y, para erradicar sus síntomas, se prescribían ciertos medicamentos, gracias a los cuales laboratorios farmacéuticos obtenían, solo en Estados Unidos, un beneficio de cuatro mil millones de dólares anuales. Barry, un sencillo médico rural de Australia, había lanzado, con su pequeña honda, una piedra contra un poderoso Goliat que lo ridiculizaba y amenazaba con aplastarlo.

Poniendo su confianza en sus observaciones y armándose de valor a pesar del rechazo de la comunidad médica, el doctor Marshall demostró la veracidad de sus afirmaciones. Primero se infectó a sí mismo con la bacteria para combatirla con antibióticos y, tras recuperarse de la enfermedad, probó el tratamiento en pacientes de úlcera. Los resultados fueron concluyentes: el ochenta por ciento se curaron en menos de un mes. Los libros de medicina tuvieron que reescribir el capítulo de las úlceras, y el ridículo al que habían sometido al doctor Marshall se convirtió en respeto y admiración internacionales hasta el día de hoy.

Cada día todas nosotras hemos de enfrentarnos también a nuestros Goliats particulares. Al igual que David y que el doctor Marshall, hemos de salir a la batalla revestidas de una confianza plena en nuestro Dios, y armadas de valor suficiente para superar cada obstáculo. Puede tratarse de un entorno laboral hostil, de un ambiente corrupto, de una enfermedad incurable, de un conflicto familiar, de la pérdida de la pareja… Las complejidades de la vida son infinitas y nosotras somos apenas un pequeño David contra un gigante que amenaza aplastarnos o dejarnos en ridículo.

Frente a las adversidades que hemos de afrontar, mantengamos la vista puesta en Dios y revistámonos de valor y fe. Así lo hizo David, así lo hizo el doctor Marshall, y así lo hacen millones de vencedores anónimos que cada día obtienen grandes victorias con el sencillo método que Dios nos proporciona.

Radio Adventista

View all contributions by