Miércoles 7 de diciembre. Matutina para damas – “Ser espiritual”
«Dios es nuestro refugio y muestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia. Por eso no tendremos miedo, aunque se deshaga la tierra» (Sal. 46:1-2).
“La espiritualidad da perspectiva, significado y propósito a nuestras vidas”. Brené Brown
LA DOCTORA Brené Brown, profesora y autora de varios best sellers, lleva más de dos décadas estudiando la conducta humana. Sus investigaciones han revelado, entre otras cosas, una de las grandes ventajas de ser personas espirituales. Y por espirituales ella entiende que creen en un ser superior que nos ama y nos hace sentir conectados.
Intentando descubrir en qué factores radica fundamentalmente la resiliencia, o capacidad de superar la adversidad, la doctora Brown observó que la mayor parte de la gente a la que entrevistó admitía que la principal razón que les hacía mantener el equilibrio y no desarmarse ante las dificultades de la vida era la espiritualidad. La mayoría hablaban abiertamente de su creencia en Dios, asistían a una iglesia y tenían esperanza. Expresada en términos sencillos, la conclusión de esta investigadora fue que la espiritualidad y la esperanza promueven nuestra resiliencia.
El término «resiliencia» se empleó por primera vez en el ámbito de la física para referirse a la resistencia que tienen los metales al ser sometidos a altas presiones, recobrando después su forma original. En el ámbito de la psicología, se refiere a nuestra capacidad de recuperarnos con éxito de las dificultades de la vida, sin quedar perjudicados por la experiencia. Mucha gente no posee esa capacidad y, como hemos dicho, quienes la tienen la relacionan mayoritariamente con su creencia en un ser superior y su esperanza. ¿Quieres ser más resiliente? Sé más espiritual.
Muchas investigaciones han dejado clara la relación que existe entre la espiritualidad y la salud. Así, se habla de que la confianza en Dios favorece a nuestro sistema inmune; ayuda a prevenir los riesgos de accidentes cardiovasculares y problemas neurológicos y a sobrellevar mejor el dolor; tiene un efecto positivo en el tratamiento y la prevención de adicciones, suicidio, depresión, estrés, trastornos bipolares y otras afectaciones psicológicas. Lo bueno de ser espiritual salta a la vista.
«Muchos consideran la fe como una opinión. […] Una fe viva implica un aumento de fuerza y una confianza implícita que, por medio de la gracia de Cristo, dan al alma un poder vencedor. La fe es un conquistador más poderoso que la muerte. […] Vivificará tanto al cuerpo como al alma» (El ministerio de curación).