Sábado 8 de octubre. Matutina para damas – “La mejor medicina”

Sábado 8 de octubre. Matutina para damas – “La mejor medicina”    

«Entonces nuestra boca y nuestros labios se llenaron de risas y gritos de alegría» (Sal. 126:2).

“¡Cuántas cosas hay en una risotada! Es la clave secreta con que se descifra un hombre entero”. Thomas Carlyle

¡QUÉ BUENO es cuando un estudio científico viene a confirmar que lo que una ya pensaba, lo que ya estaba poniendo en práctica en su vida, era acertado, positivo y bueno para la salud mental y espiritual! Eso es exactamente lo que me ha sucedido hoy, una vez más, viniendo a confirmar así mi fe en la sabiduría con la que Dios nos ha creado y nos enseña todas las cosas. Está científicamente demostrado que la risa y el buen humor son una poderosa medicina contra la pérdida de memoria. Además de todos los beneficios que ya se le conocían, y que no son pocos, ahora descubrimos este, nada despreciable para quienes vamos adentrándonos en años y tenemos miedo al alzhéimer.

Un estudio de la Universidad de Loma Linda ha concluido que la risa y el buen humor pueden reducir el daño cerebral causado por la hormona cortisol, que es la hormona del estrés (generadora de pérdida de memoria). Los investigadores mostraron un video humorístico durante veinte minutos a dos grupos de personas: uno estaba formado por personas mayores sanas; el otro, por personas mayores que tenían problemas de salud. Ambos grupos experimentaron una reducción significativa de la hormona cortisol y mostraron mejoras en pruebas de memoria que se les hicieron posteriormente.

En la misma universidad se llevó a cabo otro estudio con treinta voluntarios, a quienes se les expuso a videos de humor, de espiritualidad y de terror. La investigación concluyó que los videos de contenido humorístico generaban el mismo nivel de ondas gamma en el cerebro que el que se genera con la meditación. Las ondas gama son las que nos permiten pensar con claridad, de manera positiva, y tener serenidad a la hora de tomar decisiones. En palabras del coordinador del estudio, el doctor Lee Berk: «Lo que este descubrimiento significa es que el humor supone una experiencia en el cerebro similar a la meditación; y que, con la risa, es como si el cerebro recibiera un entrenamiento».

Si la risa se ha convertido en objeto de estudio científico por algo será. Como terapia, como estilo de vida, como manera de conectar con los demás, no cabe duda de que tiene grandes beneficios. Por eso el arte de aprender a reír no debe ser menospreciado.

 

Radio Adventista

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