Domingo 11 de septiembre. Matutina para damas – “Dios se compadece”
«Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo» (Sal. 103:13-14, RV95).
“El Dios que yo conozco nunca se da por vencido con nadie”. Angela Rohse
«MAMÁ, soy homosexual» confesó la joven. El golpe no pudo ser más duro para Angie. Su hija lo suavizó asegurándole que quería ser una buena persona, pero la devastadora revelación hizo tambalear el mundo de Angie. Se sentía como si estuviera de luto y, previendo el rechazo que recibirían, se encerró en sí misma. El sentimiento de culpa no la abandonaba.
Cuando los rumores se extendieron por la congregación, las reacciones fueron tales que la hija de Angie dejó de asistir a la iglesia. Por su parte, Angie decidió consagrarse aún más a Dios y a la iglesia, y ser un testimonio para su hija, una fuente de amor y perdón que la inspirara a acercarse a Dios y a vivir en armonía con sus principios bíblicos.* Qué más podía hacer…
¿Qué hacer cuando alguien tiene una tendencia homosexual? La Biblia dice lo que dice, eso no se puede cambiar, pero sí se puede cambiar la actitud ante cada pecador, sea cual sea su pecado. El texto dice: «A los cobardes, los incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos, a ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente» (Apoc. 21:8), sin embargo, a los cobardes no los convertimos en parias sociales; a los incrédulos, los ayudamos a aumentar su fe; a los odiosos los evitamos; con los asesinos no tenemos mucho trato, aunque si entendemos matar como lo entendió Jesús tal vez tú y yo hayamos matado a más de uno; los mentirosos no nos gustan si nos mienten a nosotras, pero que levante la mano quien no haya mentido nunca; ahora bien, los inmorales sexuales… nos causan un rechazo absoluto. Pero lo que necesitan no es rechazo, es ayuda.
Detrás del rechazo, las burlas y los prejuicios ante determinados pecados, hay gente de verdad, que sufre y que necesita referentes del amor de Dios. Todos somos pecadores, pero hemos de separar el pecado del pecador, como hace Dios. Estamos aquí no para juzgar, sino para mostrar a quienes luchan contra fuertes tendencias hacia el mal que Dios da segundas oportunidades.