Jueves 29 de diciembre. Matutina jóvenes – ¿Qué harás con tu vida?
«Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará». (Salmo 37: 5, NIV)
El apóstol Pablo alude a gente que se pasa la vida golpeando el aire; y Santiago se refirió a los que son como las nubes, que el viento los lleva en cualquier dirección porque ellos no saben hacia dónde van. Es decir, no tienen ningún plan para su vida.
Justo antes de morir, un ateo preparó su testamento y decidió dejarle un gran terreno al diablo. Tras analizar cuál sería la mejor manera de cumplir con ese inusual pedido, se determinó que la forma más eficaz de entregar la propiedad al maligno era dejándola abandonada, y no impedir que la mala hierba se apoderara de la tierra. En la vida personal ocurre lo mismo. Cuando no hacemos algo productivo con nuestra vida, estamos dejando el espacio libre para que Satanás haga lo que quiera.
Dice Ellen White que «el éxito en cualquier actividad requiere una meta definida. El que desea lograr verdadero éxito en la vida debe mantener constantemente en vista esa meta digna de su esfuerzo» (Mente, carácter y personalidad, t. 1, p. 349). Ya sabes cuál es la meta de tu vida? ¿A qué te vas a dedicar? No puedes dejar que los años transcurran sin que sepas hacia dónde quieres enfocar tu destino. Tienes que fijarte una meta, contemplarla, soñar con ella, llevarla contigo a todas partes, tienes que mirarla fijamente.
Si no sueñas con algo nunca lo verás hecho realidad. Woodrow Wilson, el expresidente de los Estados Unidos, dijo en cierta ocasión que los seres humanos «crecemos mediante los sueños. Todos los individuos exitosos son grandes soñadores». Y J. C. Penny señaló: «Deme un hombre común que tenga una meta, y le devolveré un hombre que hace historia. Deme un hombre que no tiene metas, y le devolveré un hombre común» (Robert Jeffress, Secretos de Salomón, p. 23).
Por supuesto, no basta con saber qué quieres hacer en la vida. Tienes que poner en las «manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán» (Proverbios 16: 3, NVI). Además, no debes pasar por alto que «el que trabaja, prospera» (Proverbios 13:4). Fija tu meta, ora por ella y trabaja incansablemente hasta lograrla. Reflexiona en esta pregunta: ¿Qué será de ti en los próximos diez años?
#FijaTuMeta #SoyunSoñador