Martes 20 de diciembre. Matutina jóvenes – ¿Qué cosecharé?

Martes 20 de diciembre. Matutina jóvenes – ¿Qué cosecharé?

«No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha» (Gálatas 6:7).

Luego de una violenta pelea, un joven decidió vengarse de su vecino. Una noche entró «en el sembrado del vecino y esparció en él una gran cantidad de semillas de una temible cizaña; una variedad que crece y se extiende rápidamente y que, una vez arraigada, exige mucho trabajo extirparla». Luego de concluir su funesta labor, el muchacho se sintió muy satisfecho con lo que había hecho.

Por esas cosas de la vida, el joven se enamoró de la hija de su vecino. Logró hacerse novio de la joven y, al cabo de un tiempo, le propuso matrimonio. Como regalo de boda el papá de la novia «le obsequió al muchacho nada menos que ese mismo campo que él había estropeado con la cizaña». Ya te puedes imaginar la sorpresa que esto representó para el recién casado. No tenía más alternativa que aceptar el terreno y trabajar arduamente a fin de poder restaurar lo que él había dañado. Al verse frustrado por sus acciones, no pudo más que decirse «a sí mismo con dolor: “Estoy cosechando lo que sembré”» (Enrique Chaij y Francesc X. Gelabert, Aprenda a pensar en positivo, pp. 79, 80).

¡Cuánta razón tuvo este muchacho! Y yo me pregunto: ¿Qué has estado sembrando en el terreno de tu corazón? ¿Cuáles son los hábitos que has estado cultivando? Sin importar cuál sea tu respuesta a estos interrogantes, debes saber que lo que estés haciendo con tu vida ahora producirá resultados que impactarán tanto tu presente como tú futuro.

Hace dos mil años el apóstol Pablo escribió en la Carta a los Gálatas: «Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos» (Gálatas 6:7-9).

Si el joven de nuestro relato hubiera seguido el consejo de Pablo, habría recibido como dote nupcial un terreno fructífero. Pero su egoísmo lo arruinó. Reflexiona en lo que has sembrado en tu vida a lo largo de este año y responde esta pregunta: ¿Qué tipo de cosecha obtendrás?

#Siembrael Bien #NoSeasVengativo

Radio Adventista

View all contributions by