Viernes 8 de julio 2016. Matinal jóvenes – ¿Víbora o luciérnaga? – II

Viernes 8 de julio 2016. Matinal jóvenes – ¿Víbora o luciérnaga? – II  

«Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad» (Daniel 12: 3, RV95).

Siguiendo con el relato de ayer, me gustaría plantear una pregunta: ¿Qué pudo haber hecho la luciérnaga para evitar que la víbora la envidiara? La respuesta podría ser muy obvia: si el problema era su brillo, entonces dejar de brillar era lo más razonable. Sin embargo, si la luciérnaga hubiera tomado esa opción habría actuado en contra de su propia naturaleza, puesto que irradiar luz es una virtud inherente de este tipo de insectos. Deponer su luz nunca será una iniciativa viable para esos diminutos miembros de la familia de los lampíridos.

¿Y nosotros? ¿Dejaremos de cumplir esmeradamente nuestra labor por temor a suscitar la envidia de los demás? Ser jóvenes luminosos es una de las características de los seguidores de Jesús. Él nos dice: «Ustedes son la luz de este mundo» (Mateo 5. 14). Iluminar lo que esté a nuestro alcance no es una simple opción, ies nuestro deber. Ya lo dice el cantito: «Brilla en el sitio donde estés». Y eso no solo tiene que ver con los asuntos de índole espiritual, sino también con los aspectos más sencillos de la vida diaria. Al cumplir con excelencia nuestros quehaceres rutinarios estamos dando muestras de que brillamos en este mundo. Ellen White declaró: «Puede hallarse verdadera excelencia en la más humilde responsabilidad; las tareas más comunes, si se realizan con amorosa fidelidad, resultan hermosas a la vista de Dios» (La educación, cap. 12, p. 102). No tienes que esperar a que te asignen una tarea que luzca importante ante los ojos de los demás; más bien todo lo que te venga a la mano, grande o pequeño, empéñate en hacerlo bien, como para el Señor.

¿Qué seremos tú y yo? ¿Una víbora que envidia a los demás o una luciérnaga que expande su luz por dondequiera? Cuando te sientas tentado a caer en las garras de la mediocridad, recuerda esta promesa bíblica: «El Señor te pondrá en el primer lugar, y no en el último; siempre estarás por encima de los demás, y nunca por debajo» (Deuteronomio 28: 13). Si, como dijo el profeta Daniel, quieres brillar como las estrellas durante toda la eternidad, has de comenzar brillando hoy en el sitio donde estés.

#HazqueBrilletuluz #BrillaDondeEstés

Radio Adventista

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