Jueves 4 de agosto. Matinal jóvenes – La verdadera fortaleza

Jueves 4 de agosto. Matinal jóvenes – La verdadera fortaleza    

«Pedimos que él, con su glorioso poder, los haga fuertes» (Colosenses 1: 11).

Durante cuarenta años, los israelitas habían permanecido bajo el dominio de los filisteos porque «volvieron a hacer lo malo a los ojos del Señor» (Jueces 13: 1). En medio de aquella debacle moral y religiosa, Dios tuvo compasión de su pueblo y suscitó un personaje para que los librara «del poder de los filisteos» (Jueces 13:5). ¿Sabes a quién me refiero? ¡Por supuesto que a Sansón!

Al repasar la historia de Sansón en Jueces 13-16 no dejo de asombrarme por los contrastes que se manifiestan en la vida de ese legendario superhéroe, Sansón pudo dominar a los filisteos, pero nunca pudo dominarse a sí mismo, y constantemente caía preso en las redes de sus propios deseos. Aunque llegó a ser juez en Israel, la Biblia nunca lo presenta trabajando mano a mano con su pueblo; más bien era un ser individualista, egocéntrico, que todo lo hacía solo. Era capaz de prender fuego a los campos de trigo del enemigo, en tanto que no podía dominar el fuego interior que consumía cada rincón de su alma. Más de una vez pudo romper las ataduras de los filisteos, pero siempre fue dominado por los grilletes del pecado. Pudo matar a un león con sus propias manos, pero nunca acabó con el desenfreno que rugía indomable en su interior. Su fortaleza física era tan grande como lo era su debilidad espiritual.

¿Para qué sirve tener tanta fuerza si somos incapaces de usarla en algo bueno y duradero? Por otro lado, tras analizar la vida de Sansón nos damos cuenta de que lo recordamos por todo lo que destruyó, y no por lo que construyó. ¿Te gustaría ser recordado así?

Aprendamos de la experiencia de ese fornido amigo. Aunque no viene mal ser robustos en términos físicos, no podemos olvidar que la fortaleza interior, la espiritual, es mucho más relevante. Por eso en todo momento hemos de solicitarle a nuestro Padre celestial que nos dé el privilegio de «ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu» (Efesios 3: 16, RV95), ¿Cómo puede Dios fortalecer «el hombre interior»? Lo hace a través del poder y de la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida. ¿No te gustaría recibir ese poder? El Señor puede hacernos fuertes en lo que Sansón era débil.

#FortalezaInterior

Radio Adventista

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