Domingo 13 de noviembre. Matinal adultos – “Las historias de los elegidos – 9”
«A aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y poder, ahora y por todos los siglos». Judas 24, 25
LA COALICIÓN NACIONAL para la Protección de la Infancia en Estados Unidos documenta que el 25% de todas las peticiones a los motores de búsqueda en Internet están relacionadas con la pornografía. Hay un millón trecientos mil portales electrónicos pornográficos, visitados por treinta millones de personas cada día, lo que convierte a la pornografía en una industria con un valor de tres mil millones de dólares anuales. La edad promedio de la primera exposición a la pornografía en Internet es de ¡once años! Los mayores consumidores de pornografía en Internet son los niños entre los doce y los diecisiete años de edad. ¡Estamos bajo ataque! Por ello, he aquí una cuádruple estrategia para sobrevivir espiritualmente y desarrollarse en medio de la guerra relámpago de Satanás contra el don del sexo que nos dio el Creador. El diablo está desesperado. Pero Dios es poderoso, y ahí radica nuestro secreto para la victoria sexual.
Estrategia 1. Ejercita tu alma. El Salmista exclamó: «Mi alma tiene sed de Dios» (Sal. 42: 2). Se describe a menudo el impulso sexual como una sed insaciable. Hasta el punto de que la junta de la Escuela Secundaria King de Portland, Maine, aprobó por una mayoría de siete sobre dos proporcionar una gama completa de anticonceptivos a alumnos ¡a partir de los once años de edad! Laura Sessions Stepp, en su libro Unhooked: How Young Women Pursue Sex, Delay Love, and Lose at Both [Desconectadas: Cómo las jóvenes buscan el sexo, demoran el amor y pierden en lo uno y en lo otro], documenta los pesares de chicas que se tomaron el sexo con despreocupación. ¿Quieres elevarte sobre tu impulso sexual? Entonces, profundiza tu sed de Dios. Jesús dijo a la mujer junto al pozo: «El que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás» (Juan 4: 14). Vuelve a leer las meditaciones de marzo de este libro. Tu tiempo diario a solas con Cristo es el único sustituto efectivo de la sed que puede poner tu impulso sexual bajo el control del Señor.
Estrategia 2. Ejercita tu cuerpo. Si luchas con la adicción sexual, empieza a realizar ejercicio físico, preferentemente cada día. El cambio transfiere tus energías previamente centradas en la estimulación sexual al ejercicio físico. «Huyan de la inmoralidad sexual. [… E]l que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio» (1 Cor. 6: 18-20, NVI). El mismo Jesús que purificó el templo hace tanto tiempo puede purificar no solo tu corazón, sino también tu cuerpo. Ejercítate con él.