VALOR

Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. Jueces 3:9.

Otoniel era un joven consagrado a Dios, y en extremo valeroso. Cuando Caleb ofreció a su hija Acsa en matrimonio al hombre que se atreviera a conquistar Quiriat-sefer, también llamada Debir, Otoniel dio un paso al frente (Jos. 15:15-17). El valiente guerrero organizó un ejército de valentones hebreos y se puso en marcha. Cuando volvió al campamento, era dueño de una ciudad y de un corazón femenino. Acsa admiró su valor y lo amó.

Cuando Josué murió, Dios llamó a Otoniel como juez de su pueblo. Israel estaba entregado a la idolatría, y Dios lo entregó en manos de CusanRisataim, rey de Mesopotamia. Al octavo año de opresión, el pueblo clamó a Jehová (Jue. 3:8). En esas circunstancias, Dios llamó a Otoniel y, así como en Debir, el varón arrojado que no se había rendido a los ídolos se puso en movimiento. Desafió a Cusan-Risataim y lo derrotó. Luego se hizo cargo del gobierno del pueblo hebreo e Israel tuvo paz durante cuarenta años.

Dios te necesita hoy como antaño a Otoniel. Tal vez seas soltero. Si peleas bien las batallas de Jehová, él te dará una esposa según su corazón. Pero debes consagrarte a Dios y no ceder jamás ante los ídolos de este tiempo: el dinero, la farma y el poder, la moda, la veneración de ciertas figuras públicas, las sustancias perjudiciales y las diversiones mundanales.

Antes de que Caleb pidiera un voluntario para conquistar Debir, Otoniel no era muy conocido. Puede que tú seas de bajo perfil y en la iglesia no te tomen mucho en cuenta. No te desanimes, porque Dios te toma en cuenta, y eso es lo importante. Si no te conocen por tus talentos sobresalientes, te conocerán por tu consagración. Tal vez un día llegues a ser el pastor de la iglesia donde creciste.