Martes 5 de junio – COMO UN SELLO SOBRE EL CORAZÓN – DM Adultos

COMO UN SELLO SOBRE EL CORAZÓN 

«Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo porque fuerte como la muerte es el amor y duros como el seol los celos. Sus brasas son brasas de fuego, potente llama» (Cantares 8: 6).

SALOMÓN SE GANÓ EL CORAZÓN de su esposa, y ella le correspondió. Ambos se dieron el uno al otro. Expresaron con plena confianza sus sentimientos y fueron felices porque ambos se entregaron, y no se reservaron nada para sí, ni se ocultaron cosas que debían contarse. En estos versículos, ella le expresa sus emociones y sentimientos a él, y él a ella en una manera cariñosa, compasiva y tierna, envuelta en un ambiente de romance permanente. El deseo de Dios es que el matrimonio tenga un vínculo con Cristo continuamente y, en su compañía, sean felices para siempre. Salomón utiliza refinadas metáforas para referirse a su esposa: «¡Qué hermosas son tus mejillas entre los pendientes y tu cuello entre los collares! Zarcillos de oro te haremos, con incrustaciones de plata» (Cantares 1: 10, 11). «¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres! (Tus ojos son como palomas!» (1: 5). «¿Quién es esta que sube del desierto, recostada sobre su amado?» (8: 5).

Todas esas expresiones de amor son para una amada esposa.

El amor es un precioso don que recibimos de Jesús. El cariño puro y santo no es un sentimiento sino un principio. Los que son movidos por el amor verdadero, no son ni faltos de juicio ni ciegos. El divino amor que mana de Cristo nunca destruye al amor humano sino que lo incluye. El amor humano es refinado y purificado, elevado y ennoblecido por él. El amor humano jamás podrá producir frutos preciosos a menos que esté unido con la naturaleza divina y educado a fin de que crezca para la eternidad (E. G. White, La fe por la cual vivo, pág. 257).

Este es el poema de una pareja que ha invitado a Cristo a su hogar y, con su presencia, el amor se ha fortalecido y ha dado frutos de unidad. Permite que en este día Dios sea el invitado de honor en tu hogar. Seguro que él hará grandes obras.

Radio Adventista

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