Martes 28 de Marzo del 2017 – LA CERTEZA DE SU PROMESA – Devoción matutina para la mujer

LA CERTEZA DE SU PROMESA

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron” (Apoc, 21:4).

Desde el balcón del apartamento del segundo piso donde vivo, en Brasil, puedo ver una hermosa palmera. Siempre que puedo, admiro su belleza y me deleito en observar las aves que viven en sus frondosas ramas. Es muy común ver tórtolas en mi país, así que, no me sorprendió un día a ver un par de ellas posando en las ramas. Sospechaba que estaban buscando un lugar seguro para construir su nido. ¡Y no me equivocaba!

Durante los días siguientes, las dos aves trabajaron sin descanso. Una descendía con una ramíta en el pico, mientras la otra revoloteaba afuera, trayendo una larga hebra de hierba seca para tejer el nido. ¡De qué manera fiel, amorosa, cuidadosa, y sin quejarse, trabajaban! Me sentí emocionada la mañana en que tuve la oportunidad de dar un primer vistazo a dos pequeños huevos blancos dentro del nido, mientras los padres compartían el proceso de incubación. Comencé a esperar ansiosa el día en que sus polluelos se abrieran paso picoteando las pequeñas cáscaras.

Pero una tarde, el cielo se oscureció. De repente, una fuerte tormenta cayó sobre nosotros. Por la ventana vi el vaivén de la palmera, y temí por el pequeño nido. Con el corazón dolorido, vi cómo una ráfaga de viento arrancó el nido, tan cuidadosamente elaborado sobre las hojas de palma. Por desgracia, tuve que ver los dos pequeños huevecillos rotos en el suelo. La buena noticia, sin embargo, es que los padres sobrevivieron y comenzaron la reconstrucción del nido.

¡Qué lección de vida recibí! La pérdida violenta que sufrieron los padres me hizo pensar en el dolor humano, que a una escala mucho mayor causa estragos a millones de personas cada día, a medida que Satanás bombardea sus vidas con sus crueles y furiosas tormentas. Tal vez, has experimentado una de esas tormentas recientemente. Si es así, recuerda quién es Dios y lo que su Hijo hizo por nosotras en la cruz. Ten la certeza de que vendrán tiempos mejores.

El Cristo resucitado prometió que volvería a llevarnos a un lugar donde no habrá lágrimas, muerte, dolor ni tristeza. Mientras tanto, hoy podemos tener la seguridad de que el Espíritu Santo está con nosotros, y que nunca estamos solas durante las tormentas de nuestra vida.

María Bellesi Guilhem

Radio Adventista

View all contributions by