Martes 28 de Abril – MARIAN ANDERSON – Devocion Matutina para Jóvenes

MARIAN ANDERSON

Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía. Isaías 43:19.

El sol estival calcinaba las veredas adoquinadas de Filadelfia cierto día del verano de 1919; pero Marian Anderson, una joven adolescente que estaba parada frente a un gigantesco edificio gris, ni lo notaba. Verificó nuevamente la dirección que traía escrita en un papelito. Indudablemente, esa era la Escuela de Música. Entró en el vestíbulo repleto de niñas que charlaban mientras aguardaban su turno para la inscripción. Marian tomó su lugar en la fila sin pronunciar una palabra.

-Buenos días -saludó Marian sonriendo a la recepcionista.

La mujer la ignoró por completo, y preguntó a la chica que estaba detrás de ella:

-¿Quieres una solicitud de ingreso?

Marian se salió de la fila y esperó pacientemente. Cuando todos se retiraron, se acercó nuevamente a la ventanilla.

-¿Qué quieres tú? -gruñó bruscamente la recepcionista.

-Quisiera una solicitud de ingreso, por favor.

-No aceptamos… -le respondió la recepcionista con un insulto racial y cerró la ventanilla de un golpe.

Marian se quedó boquiabierta y se le llenaron los ojos de lágrimas. Le ardía la cara de humillación y le temblaban las rodillas. “¿Por qué? ¿Qué hice para merecer esto?” No podía hacer nada respecto del color de su piel. ¿Tendría que renunciar a su sueño solo porque el color de su piel era negro? Un nudo en la garganta la acompañó hasta llegar a casa.

Su mamá estaba en la cocina con los brazos metidos hasta los codos en la tina donde lavaba la ropa.

-¿Cómo te fue? -le preguntó-. ¿Cuándo empiezas?

-¡Nunca! -respondió Marian con voz temblorosa.

Haciendo un esfuerzo tremendo por retener las lágrimas, le contó a su mamá lo que había sucedido.

-Mamá, ¿nunca podré llegar a ser cantante solo porque soy negra? Mamá Anderson interrumpió su trabajo y corrió a abrazar a Marian. -Por supuesto serás una cantante, hijita. Dios proveerá un medio para ti. Habrá otra manera de aprender lo que necesites saber.

Y Dios le proveyó ese medio a Marian, aun por encima de la montaña de prejuicios y odio raciales. Recibió clases y llegó a ser una solista extraordinaria, aclamada internacionalmente.

¿Cómo te trata la vida? Nunca desmayes. Dios proveerá un medio como el que usó para Marian. Confía en él.

Radio Adventista

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