NUEVOS PLANES
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jer. 29:11, NVI).
Menos de dos semanas después de cumplir 33 años, mi esposo anunció que quería el divorcio. En ese momento yo era ama de casa, y trabajaba solo dos días por semana. Al enfrentar el dolor del divorcio y el miedo a no encontrar un empleo de tiempo completo que me permitiera mantenerme a mí y a mi hija de tres años, mi madre me leyó Jeremías 29:11.
Dios tenía planes para mí. Comencé a completar solicitudes de empleo y a enviar currículos, que no hallaban respuesta. Cuando parecía que el pánico me ganaría, una amiga cercana me envió Jeremías 29:11 en un mensaje de texto. Sí, Dios todavía tenía planes para mí. Unos días después, recibí una llamada telefónica de un hospital a dos horas de mi casa, informándome que querían entrevistarme para un trabajo de tiempo completo. Era la única respuesta a mis solicitudes. El salario que ofrecían era exactamente la cantidad que necesitaba. Acepté. Mi siguiente desafío fue manejar la “logística” de ser una madre sola que tenía que viajar dos horas de ida y dos de regreso del trabajo, y suplir las necesidades de mi hija. Mi nuevo trabajo comenzaría el 2 de enero.
El día de Año Nuevo, todavía sintiéndome sobrepasada, comencé a leer un nuevo libro devocional que había recibido como regalo en Navidad. ¡El versículo para el 1° de enero era Jeremías 29:11! Comencé a notar un patrón. Cuando me sentía desanimada, de una forma u otra mi atención era llevada a este versículo en particular; porque Dios tenía planes. Ya han pasado dos años, y Jeremías 29:11 sigue “apareciendo” cuando lo necesito. Hace poco, sufrí la ruptura de una relación, lo cual me dejó triste y desanimada. Mientras esperaba encontrarme con una amiga para cenar, decidí pasar el tiempo mirando libros en una librería cercana. Tomé un calendario con promesas bíblicas, anhelando encontrar una palabra de ánimo. De las 365 promesas en las que podría haber abierto el calendario, lo abrí en una fecha de mitad de año… la que tenía Jeremías 29:11.
Todavía estoy en medio de mi viaje, pero Dios gentilmente me recuerda cuando más lo necesito que él está siendo fiel a los planes que tiene para mí: planes para prosperarme, darme esperanza y un futuro.
Angelina Vandiver