TRADICIÓN DE HOMBRES

“Jesús les respondió: ¿Y por qué ustedes, por sus tradiciones, violan los mandamientos directos de Dios?” (Mateo 15:3, NTV).

El 25 de abril es considerado dentro del calendario litúrgico católico como el Día de la Letanía Mayor, o Letanía Romana. Se realiza actualmente en conjunto con las rogativas menores, oraciones públicas realizadas en la Iglesia Romana los tres días que preceden a la fiesta de la Ascensión, para pedir a Dios la conservación de los bienes de la tierra y la gracia de estar libres de los desastres naturales.

La letanía mayor tiene su origen en la fiesta pagana celebrada en Roma el 25 de abril: fiesta de las Robigalia. Consistía en una procesión y en el sacrificio de una perra y una cordera de dos años. Robigo es el dios romano de la roya, hongo que enferma el trigo. Se realizaba el 25 de abril porque es el momento en que se forma la espiga de ese cereal. Así, la Letanía Mayor no fue más que la sustitución de una ceremonia pagana por una cristiana.

Es un ejemplo del proceso de “paganización del cristianismo”, originado cuando Constantino convirtió el cristianismo en religión del Imperio Romano. Propició el sincretismo de la antigua religión de los misterios con el cristianismo. Por ejemplo, el 25 de diciembre fue designado como día del nacimiento de Jesucristo pues, en esa fecha, los paganos celebraban el nacimiento del Sol (Natalis Invicti). Asimismo, en marzo de 321, el emperador promulgó una ley que restringía toda labor en domingo, declarándolo día de descanso, y lo llamó “venerable día del Sol”.

La Reforma fue un movimiento que intentó acercarse a una religión bíblica y limpiar la doctrina cristiana de tradiciones y prácticas paganas. Se concentró mayormente en la doctrina de la salvación, centrada en las obras humanas, en lugar de en la fe en Jesucristo. Desechó la adoración de imágenes y simplificó la liturgia. Sin embargo, la Reforma se estancó y no prosiguió en esa búsqueda de la religión de los primeros cristianos tal como aparece en la Biblia.

Así surge la Iglesia Adventista, que profundizó en el redescubrimiento de verdades bíblicas como el sábado, el Santuario y la Segunda Venida. Los pioneros adventistas deconstruyeron ciertas creencias cristianas, despojándolas de su lastre pagano -como la inmortalidad del alma-, y elaborando la doctrina bíblica de la integralidad del ser humano y la inmortalidad condicional.

Hoy, más de un siglo y medio después, necesitamos seguir luchando para que la tradición no reemplace la verdad bíblica, y la mundanalidad no ingrese en nuestras filas. Hoy, pregúntate: ¿Qué necesito abandonar para que mi religión sea pura y sin mancha?