Martes 2 de Mayo – NEURONAS ESPEJO – Devocion Matutina Adultos

NEURONAS ESPEJO

«Imiten al Hijo del Hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos» (Mateo 20:28, RVC).

Durante las dos últimas décadas del siglo pasado, un grupo de investigadores de la Universidad de Parma (Italia), coordinado por el neurocientífico Giacomo Rizzolatti, comenzó a profundizar el estudio de una parte del cerebro. Se trata de la corteza premotora, un área responsable de planificar, controlar y ejecutar los movimientos voluntarios. Los investigadores deseaban identificar en ella las neuronas especializadas en el control de los movimientos de la mano de un mono macaco y, para ello, habían colocado ciertos electrodos que medían la actividad neuronal de cada acción. Sin embargo, un dato curioso les llamó la atención: los instrumentos comenzaron a mostrar actividad neuronal, mientras el mono no había realizado movimiento alguno. Al inicio, creyeron que se trataba de un error en el experimento, pero al estudiar más detenidamente notaron que las neuronas se activaban cuando el mono observaba los movimientos que realizaba el experimentador. Siendo que se activaban en concordancia con los movimientos ajenos, llamaron a estas células «neuronas espejo», pues reflejaban la acción de otros individuos en el cerebro. En el ser humano se identificaron, posteriormente, «múltiples sistemas espejo», capaces de activarse al ver una conducta, escucharla o tan solo imaginarla. Se cree que dichos sistemas son los responsables de preparar el camino para las relaciones interpersonales, la comprensión mutua, la empatía y la imitación.

Llevando la ilustración al ámbito espiritual, podríamos decir que, al contemplar por la fe la vida de servicio de Cristo, estaríamos preparándonos para realizar sus mismas obras. Si dedicáramos cada día una hora de reflexión para meditar en su vida, la analizáramos punto por punto y dejáramos que la imaginación se posesionara de cada escena, estaríamos «mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor» (2 Corintios 3:18) (El Deseado de todas las gentes, pág. 63).

En este día podemos, por fe, mirar a Cristo (Hebreos 12:2), que dijo: «De cierto, de cierto os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, él también las hará» (Juan 14: 12). El discípulo amado nos anima a imitar lo bueno, porque «el que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios» (3 Juan 11).

Decidamos hoy imitar «al Hijo del Hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos».

Radio Adventista

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