DESCUBRIENDO LA ESTRATEGIA
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina” (2 Pedro 2:1).
Recientemente, Simon Singh publicó su libro The Codebreakers [El descifrador de códigos]. El autor cuenta la historia del matemático inglés Alan Turing, quien trabajó durante la Segunda Guerra Mundial descifrando los códigos usados por los alemanes. Actuaba en Bletchley Park, una antigua instalación militar secreta, localizada a ochenta kilómetros de Londres.
Alan Turing comenzó a observar los 159 quintillones de combinaciones en los códigos alemanes y descubrió cómo quebrarlos en tiempo real. Mientras las autoridades nazis enviaban códigos a sus fuerzas de guerra, Turing enviaba mensajes a las fuerzas aliadas para que supieran exactamente dónde se encontraban los enemigos. Por ese trabajo, muchos estudiosos de la Segunda Guerra Mundial dicen que, en la peor de las hipótesis, Alan Turing ayudó a acortar la guerra en dos años y que, en el mejor de los casos, fue él quien ganó la guerra.
Cuando conoces la estrategia del enemigo es mucho más fácil desarrollar una estrategia para obtener la victoria. Por eso, el apóstol Pedro alertó con relación al surgimiento de falsos profetas y maestros, que trabajan para introducir secretamente sus enseñanzas de destrucción. Según él, las herejías no surgirían abiertamente, sino siempre de manera muy discreta. Es necesario estar alerta y saber interpretarlas con profundidad bíblica.
Hoy tenemos nuestras mayores oportunidades para llegar a los confines de la Tierra. Podemos usar la televisión, la radio, Internet y las publicaciones impresas sin barreras geográficas. Los regímenes totalitarios, o cualquier otro tipo de fuerza, no pueden impedir la predicación del evangelio. Así mismo, enfrentamos nuestros mayores desafíos. El enemigo sabe que una iglesia unida, que busca el poder del Espíritu Santo, que está preocupada en formar discípulos y en mantenerse concentrada en la misión puede abreviar el tiempo que resta para el regreso de Jesús. Por ese motivo, hace de todo para impedir el progreso de la obra de Dios: causa confusiones doctrinales, despierta novedosas aplicaciones para las profecías e incita a establecer fechas para el regreso de Cristo.
Permanece atento a la estrategia del enemigo. Está usando toda su astucia para desviar a los adventistas del séptimo día de la misión de alcanzar el mundo con el evangelio. Anticípate a sus ataques, continúa siendo fiel y aprópiate de la victoria de Jesús.